miércoles, septiembre 12, 2012

La Parapsicología y la Universidad en España. Mitos y realidad.

(Publicado en EOC nº 56)
  

El pasado mes de julio de 2007, y en el desarrollo del curso de verano “Religiones universales y sociedad mundial”, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED, celebrado en Mérida,  el profesor de sociología Javier Izquierdo impartió una conferencia titulada “OVNIs y clonación humana”. Lejos de afrontar aspectos míticos de la ufología contemporánea como las abducciones, los delirantes implantes alienígenas, etc, el profesor Izquierdo desarrolló conceptos antropológicos, como el de los “cultos cargo”, transpolándolos a la los modernos cultos OVNI. Ha sido la última vez en que los estudiantes universitarios podían encontrarse en un foro académico oficial con uno de los elementos fundamentales del estudio de los fenómenos anómalos. Pero por supuesto no ha sido la primera, ni será la última vez, que los sucesos paranormales visitan la universidad en España.

La parapsicología no es una disciplina universitaria
En una carta firmada, a finales de los ochenta, por D. Juan Ariño Ortiz, de la Secretaría General del Consejo de Universidades españolas al presidente de la Asociación Parapsicológica de la Comunidad de Madrid (APCM), D. Federico Sánchez, se responde a la pregunta concreta "¿Está previsto incluir la parapsicología en los estudios académicos de las universidades españolas?" lo siguiente: "Le comunico que entre las propuestas de titulaciones universitarias remitidas a información pública por la Ponencia de Reformas de Enseñanzas, no figura la relativa a los estudios de Parapsicología, sin que tampoco dicha disciplina sea objeto de materia troncal en las diversas titulaciones propias de este campo".

Se puede decir más alto pero no mas claro. En España no existen facultades, licenciaturas ni diplomatura universitaria oficial alguna en relación a la parapsicología. Pese a ello, algunas asociaciones privadas han difundido en los últimos años, publicidad en medios de comunicación especializados en temas paranormales sobre pretendidos cursos y titulaciones "universitarias de parapsicología" que son técnicamente un fraude, en tanto no poseen ninguna validez académica. En un documentado artículo publicado por el investigador y licenciado en Derecho D. Manuel Gómez Ruiz en EOC nº 5, nuestro compañero desmenuzaba, desde el punto de vista del Derecho, el engaño que representan tales "Universidades de Parapsicología" y "Facultades de Parapsicología", a nivel académico. 
 
Hecho esta aclaración, si debemos  reconocer que, numerosas universidades españolas han acogido cursos de verano, seminarios, talleres y otras actividades relacionadas con el campo de las anomalías. Eso sí, siembre vinculadas a facultades específicas, como la de Psicología, Sociología, Física, Periodismo, etc, a vicerrectorados de extensión universitaria, de estudiantes, etc.

Los fenómenos anómalos en la universidad española
Si nos remontamos a la década de los 70, encontramos sólidos precedentes de una colaboración abierta entre una universidad, y una asociación privada de investigación paranormal.  Por ejemplo, en el número 5-6 de la revista Psi-Comunicación, editada por la Sociedad Española de Parapsicología (S.E.D.P.), correspondiente  al año 1977, se  publica íntegro el discurso de Angel Vian Ortuño, rector de la Universidad Complutense de Madrid,  en el paraninfo,  con motivo de la clausura del  curso  de  parapsicología  1976 - 1977 organizado por dicha S.E.D.P.

Ese año, como otros, fue la Universidad Central de San Bernardo la que acogió la asamblea anual de miembros de la S.E.D.P., además de ceder algunas aulas para que, siempre de forma oficiosa, se realizasen los cursos de parapsicología de dicha asociación, con un amparo no oficial de la universidad madrileña. Con el paso de los años algunos importantes miembros de la S.E.D.P. terminaron por formar parte del claustro de profesores de la universidades como la Complutense, pudiendo utilizar los laboratorios de facultades como la de psicología, para realizar interesantes experimentos y estudios sobre algunos aspectos de los fenómenos psíquicos, como los Estados Alterados de Conciencia; la hipnosis, etc.

Las fotografías que ilustran aquella reunión en el paraninfo de la universidad madrileña, en las que reconocemos a personajes como el Ministro de Sanidad de la época, D. Enrique Sánchez de León; la Infanta Margarita de Borbón, etc, nos pueden ilustrar sobre la seriedad y prestigio con que contaban los “cursos universitarios de parapsicología” impartidos por la S.E.D.P. Todavía no  habían comenzado los chantajes, amenazas e intereses económicos, de asociaciones pseudocientíficas, como ARP o el Círculo “Escéptico”, por monopolizar dichos cursos  y, sobretodo  sus subvenciones.
 
Sin  llegar  al grado de compromiso     de    la Complutense otras muchas  universidades españolas  han cedido sus aulas a congresos, seminarios  o  cursillos sobre anomalías,   siendo   sin duda  la  Universidad de Granada  una  de las de mayor solera en este tipo de actividades. Desde finales del siglo pasado, la universidad granadina mantiene una ejemplar colaboración con la Sociedad de Investigaciones Biofísicas Betelgeuse, que ha organizado innumerables actividades en sus aulas. El Ojo Crítico ha informado puntualmente de muchas de ellas,   como   por   ejemplo  de  los   últimos    “Encuentros Parapsicológicos”, celebrados entre el 30 de abril y el 1 de mayo de 2006, que contaron con la participación, entre otros, de David Garcés, Paco Calahorro, Francisco Barrera, Paco Mañez y Javier Cavanilles, presentando estos últimos, en dicha universidad, sus desmitificadores estudios sobre las Caras de Bélmez, que un año después publicarían en forma de libro.
 
Otras universidades, como la de La Laguna, en Tenerife, han realizado experiencias similares. A principios de los 90 fue una de las primeras en acoger ciclos de conferencias sobre fenómenos anómalos, pasando por sus aulas personajes tan conocidos en este campo como Miguel Blanco, Enrique de Vicente, Manuel Carballal, etc, en el transcurso de ciclos de conferencias y seminarios de especial éxito de publico. Los foros, de hasta medio millar  de   personas,  que  se concentraban para participar  en      aquellas     jornadas universitarias, se  han  visto  menguar, con el paso de los años, hasta casi extinguirse, al apropiarse del control de los presupuestos  grupos pseudocientificos,  como  las  citadas,   que  se  presentan como    “expertos”   para  justificar esas  subvenciones.
  
Jornadas universitarias y cursos de verano
El viernes 26 de marzo de 1991, el vicerrector de extensión universitaria, y a la vez catedrático de arquitectura de la Universidad de La Coruña, organizaba la primera Jornada Universitaria sobre Fenómenos Paranormales en la Universidad de La Coruña, con la participación del Dr. A. Boavida, físico y adjunto a la cátedra de física de la Universidad Politécnica de Barcelona;  J. Antonio Fernández de Rota, catedrático de antropología en la Universidad de La Coruña; Fernando Valle-Inclán Alsina,  director del departamento de psicología de dicha universidad; el Dr. Fidel Vidal, profesor titular de psiquiatría en la misma, y Manuel Carballal, coordinador de la jornada en el campus de Riazor. A pesar de las presiones a que fue sometido el rectorado, por parte de las asociaciones pseudocientíficas citadas, para que suspendiese el acto, el éxito de público y el rigor del debate, impulso al vicerrector a sugerir la posibilidad de crear un taller permanente de parapsicología en la universidad gallega.

El modelo de jornadas universitarias, talleres, conferencias o debates sobre fenómenos anómalos, incluidos en las actividades de tal o cual departamento, cursos de verano etc, ha sido seguido por muchas otras universidades españolas. Por ejemplo, el 29 de octubre de 1999 fue la Universidad Politécnica de Madrid la que acogió una jornada sobre ufología, en su facultad de informática. Ricardo Campo, Pablo Villarubia, Josep Guijarro, y Manuel Carballal, moderados por Bruno Cardeñosa, debatieron acaloradamente sobre el fenómeno OVNI y sus implicaciones científicas. Pero esta fue sólo una de las jornadas dedicadas a los fenómenos anómalos, sectas, etc, que la Universidad Politécnica de Madrid ha acogido, en los últimos años, dentro de las actividades del SICIEMA (ver EOC nº 51). En este sentido, sin duda fue el curso de verano sobre OVNIs, celebrado en 1992, y dirigido por J. J. Benítez, el que mayor repercusión mediática alcanzó, y el que mayores presiones y chantajes supuso al entonces rector, Gustavo Villapalos, por parte de las organizaciones pseudocientíficas que exigían acceder a las subvenciones de la universidad, para organizar sus propias conferencias paralelas. Algo similar ocurrió en la Universidad de Santiago de Compostela, donde, entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre de 1992, se desarrollaron  unas jornadas sobre fenómenos anómalos, con la participación tanto de titulares del departamento de psicología, antropología,   etc,   como   investigadores   externos,   con   similar presión al rectorado a causa de tal audacia.
 
Otras universidades españolas han seguido ese modelo. En agosto de 1997, fue el centro universitario de la Rábida (Huelva) quien organizó un ciclo de conferencias sobre fenómenos anómalos, bajo el título de “América: Grandes enigmas”, en el transcurso de sus cursos de verano. Coordinaban el cursillo el meteorólogo Julio Marvizón y J. J. Benítez,  contando, entre otros, con la participación de Bruno Cardeñosa, Javier Sierra, Pablo Villarrubia o Ricardo Vilchez.

En otras ocasiones, como en el caso de la Universidad de Barcelona, la Universidad de Alcalá de Henares, etc, el hecho de que algunos miembros del claustro,  jefes de departamento o hasta catedráticos, sientan curiosidad personal por el campo de las anomalías, ha posibilitado que recursos, equipos y laboratorios universitarios españoles, haya sido testigo de fascinantes experimentos en el campo de la E.S.P., la hipnosis, los Estados Alterados de la Conciencia, etc. Es el caso del grupo Hipergea, en Barcelona o de científicos como el físico y geólogo Jose Luis Ramos Jácome, investigador del  Instituto Alonso de Santa Cruz,  de la Universidad de Alcalá de Henares,  y miembro también del grupo Hepta, coordinado por el Padre Pilón. Pese a quien le pese, existen cada vez más académicos interesados en la investigación científica de los fenómenos anómalos.

El último curso universitario de parapsicología
El último curso universitario de parapsicología en España se celebró en la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca el pasado marzo, dirigido por el doctorando Oscar Iborra. Para los 37 alumnos de psicología asistentes, y esto esto subraya la oficialidad del curso, este suponía 2 créditos de libre configuración en su calificación académica. Esto significa que, una vez licenciados, serán los primeros psicólogos españoles en cuya relación de materias se incluirá “Parapsicología Empírica”. En cuanto a las materias del curso estas han sido: definición del área, clasificación de fenómenos, psicología de las creencias en lo paranormal (tanto "creyentes" como pseudoescépticos), método de investigación (caso, encuestas, estudios de campo, experimental), análisis de casos espontáneos (características, incidencia, aspectos del testigo, etc.), inexactitudes del recuerdos, errores de atribución, sesgos del recuerdo, interpretaciones erróneas, etc., y todo aquello que desde la psicología puede explicar adecuadamente la ocurrencia de fenómenos "paranormales".
 
Iborra además dedicó algunas horas a los orígenes de la parapsicología; la creación de la SPR y el estudio en laboratorio. Además de analizar los experimentos de Rhine, repasaron temas como análisis de datos, diseño experimental, juicio crítico y meta-análisis. Y durante otra jornada se revisó la investigación reciente sobre ESP y PK; los experimentos del sueño en el Maimonides, los experimentos Ganzfeld, los estudios sobre visión remota y experimentos sobre precognición utilizando registros fisiológicos. También se incluyeron en el curso los estudios sobre micro-PK con generadores de números aleatorios, el Proyecto de Consciencia Global (prestando especial atención a sus críticas) y los experimentos de interacción mental con seres vivos (DMILS). Incluyendo un repaso a las diferentes teorias críticas que ha recibido la parapsicología. Para finalizar, durante otra jornada, se trataron las ECM, experiencias fuera del cuerpo, apariciones, poltergeist y, brevemente, el fenómeno de niños que afirman recordar vidas pasadas, prestando especial atención a los últimos descubrimientos en el área de la neurociencia cognitiva, aplicándolos a diferentes fenómenos. EOC fue aconsejado a los estudiantes universitarios como principal publicación critica española.

 
El negocio de las subvenciones universitarias
El 5 y 6 de diciembre de 1992, y con la colaboración de la Universidad de Valencia, se celebró el Iº Congreso Nacional de Parapsicología Científica. Coordinados por Vicente Moros, médicos como Mikel Garcia, Jose López o Manuel Berrocal, psicólogos clínicos como Javier Castillo o Antonio San Feliu,  o físicos como Eduardo Balanovski, con una dilatada experiencia en la investigación de los fenómenos paranormales en el laboratorio de la Bedford Collage de Londres, se dieron cita en el Colegio de Psicólogos y Médicos valenciano para debatir en profundidad sobre la parapsicología y sus enfoques científicos, con el apoyo de la Universidad de Valencia. Esta experiencia ha sido repetida en muchas ocasiones por el Ilustre Colegio de Médicos de Sevilla, vinculado a la universidad homónima, gracias a las gestiones del Dr. Enrique Vila, recientemente fallecido.


Como  ocurrió en el curso de verano sobre OVNIs en la Complutense, la jornada universitaria sobre parapsicología en La Coruña, y sistemáticamente en todas las actividades universitarias sobre lo paranormal, inmediatamente asociaciones pseudocientíficas, como ARP, iniciaron gestiones para desmerecer el currículum de los científicos participantes en el congreso, ofertando su asesoría a Colegio  de Psicólogos en esta materia. Según la carta firmada por la directora de ARP Mercedes Quintana TODOS los PSICOLOGOS SERIOS que tratan lo paranormal pertenecen a MEO (Movimiento Escéptico Organizado). Dicho de otra forma, ningún académico, doctor o profesional que participe en un acto universitario sobre los fenómenos anómalos y no pertenezca a alguna de estas asociaciones pseudocientíficas es SERIO.
 
En casos como el de la Universidad Complutense o La Laguna, a esta oferta de sus propios “expertos SERIOS” siguieron presiones y chantajes en el rectorado hasta conseguir monopolizar los recursos universitarios para organizar sus propios congresos. Sin embargo, hasta la fecha ninguna asociación del MEO ha presentado ni un solo trabajo de investigación propio con el que justificar las lucrativas subvenciones que manejan desde que comenzaron estas presiones a los rectorados españoles que se atreven a tratar los fenómenos anómalos sin su consentimiento. Identificar a los responsables de estas “operaciones malayas” en el seno de la universidad española, desenmascarará a los jefes de departamento, titulares y claustros, que participan del negocio pseudocientífico del MEO. Ignoramos si por ignorantes o por que también participan de los lucrativos beneficios del timo.

 EOC

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Respecto a los "expertos serios" del MEO en uno de sus bastiones, la Universidad de La Laguna, es fácil preguntarles a ver cuantos se vacunaron de la Gripe A, alguno habrá, pero no muchos.

A mi lo que me parece curioso es que cuando hablaron los pseudoescépticos (muy poco) del tema de la Gripe A, lo llamaron conspiranoia y además de no haberse retractado mucho con posterioridad, tuvieron la precaución de no ponerse la vacuna, ni ellos ni a sus familiares, vamos que no se creen ni lo que predican, respecto al motivo por el que hacen esto, las bases fanatismo, los líderes dinero.

Jose Luis dijo...

SOBRE LA UNIVERSIDAD Y MEO

1º Es muy curioso cuando desde el pseudoescepticismo hablan de "la comunidad científica", como si esta fuese una sola y unitaria (además autoerigiéndose como sus portavoces), esto puede ser en temas en los que ya no hay controversia alguna como que la tierra gira entorno al sol o que 2+2=4, pero cuando hablan de temas nuevos que hoy están en discusión entre científicos, pues aún no existe una postura unánime o bastante consolidada, por ejemplo los transgénicos u otros similares (y con esto no me refiero a que siempre pueda haber algún científico discrepante o incluso alguno loco, no, me refiero a que dentro del mundo de la ciencia existe todo un debate por un tema nuevo en concreto, por ejemplo los transgénicos u otros similares), entonces hablar de "la comunidad científica" como un algo unitario y sin fisuras, con una sola opinión completamente clara, es mentir..., y es mentir mas aún cuando tu como pseudoescéptico (que muchas veces no científico o no experto científico en esa área de la ciencia) tomas postura por una de las partes de la discusión (generalmente la mas cercana a la de las empresas, curiosamente) y tratas de transmitir que esa es la única postura válida en ciencia y tratas de erigirte en único portavoz mundial válido e indiscutible de la ciencia, ante la propia ciencia, las instituciones y la sociedad (incluso ante tus propias bases de creyentes o crédulos pseudoescépticos), cuando nadie te ha elegido a ti como portavoz para serlo, pues esto es mentir.

Jose Luis dijo...

2º También hay que denunciar, pues es muy importante, que organizaciones internacionales como CSICOP (CSI), Center For Inquiry, la Fundación James Randi, etc. u otras locales como ARP o Círculo Escéptico, etc., no son organismos oficiales..., no son organismos públicos, son organizaciones privadas que no representan ni a la universidad, ni a la ciencia, ni a la sociedad, solo se representan a si mismos y a sus propios intereses (los que sean, en ocasiones pueden coincidir con los de la ciencia, pero en otras no tiene por que ser así), es lo que pasa siempre con los organismos no oficiales..., por supuesto en toda sociedad avanzada ya existen organismos oficiales que defienden a la sociedad, la universidad y la ciencia, pero no son estos...

Jose Luis dijo...

3º Para mi, lo que aquí ocurre es claro, este movimiento internacional que tiene su base en USA en los años 70 del siglo pasado, intenta no solo influir en la sociedad, universidad, instituciones y ciencia, sino que en una operación muy al estilo USA (nombres rimbombantes de sus organizaciones, hablar y tratar de hacerse con grandes símbolos como si fuesen de su propiedad, "la ciencia", "la razón", "la universidad", "el progreso", "la sociedad", etc., dando una imagen de seriedad, poniendo al frente a algún científico que se preste a ello y ponga su nombre como referente, bien por que sea una persona que ideológicamente piense así o por que viva de ello, por ejemplo, sea una persona que investiga en transgénicos u otras cosas similares), para que de esta forma, con ese "buen cebo", todos los crédulos, piquen, no dándose cuenta que tras el cebo está el anzuelo y que solo es una trampa para tontos, todo esto se hace, pues interesa controlar la DIVULGACIÓN CIENTÍFICA (privada y pública), por medio de medios especializados en divulgación, museos y planetarios de la ciencia y como contertulios en cualquier medio generalista, siempre que se hable de ciencia, interesa que la única y exclusiva referencia sea un pseudoescéptico y que no se salga de las líneas dictadas por el pseudoescepticismo para cualquier tema, que esas líneas sean las aceptadas por la universidad mas básica (profesores y estudiantes, no investigadores), por el resto de la sociedad y las instituciones, que entiendan que lo que tu dices es la ciencia y que tu eres el único interlocutor válido y fiable para ese tema, de esta forma, influyes en la sociedad, pues la divulgación es la única línea directa entre sociedad y ciencia, además dando la imagen de que ellos son la ciencia y que hablan por la misma, transmitiendo que ciencia=verdad y por lo tanto lo que dicen ellos es INDISCUTIBLE en cualquier tema y los que les llevan la contraria están siempre equivocados o mienten o son unos ignorantes o locos (lo mismo ocurre respecto al pseudoescepticismo con Internet, donde trata de conseguir la hegemonía para que solo se escuchen o se tengan en cuenta las opiniones de los científicos mas cercanos a las empresas en temas nuevos, no así a otros amplios y serios sectores de la comunidad científica que muchos son investigadores independientes y discrepan, ni siquiera en ocasiones de la tesis oficial, sino de la tesis mas empresarial...), pero recordemos que esto los pseudoescépticos lo hacen internacionalmente, siempre pensando todos igual de una serie de temas, hablando de una inexistente comunidad científica homogénea, poniéndose como portavoces de la ciencia sin haber sido elegidos para ello (muchos sin ser científicos, o siendo meramente licenciados en ciencias, pero por lo general no científicos investigadores, a poder ser independientes, en el tema) y que hablan desde organizaciones NO OFICIALES, representando los intereses de estas organizaciones, las que sean.

Jose Luis dijo...

4º Esta es básicamente la situación y la estrategia, siendo por supuesto un tema muy peligroso (transgénicos y demás), por lo que de cara a un futuro interesa que haya nuevos divulgadores y medios de divulgación independientes (tanto privados como públicos), que no estén supeditados a grupetes internacionales de dudosa procedencia e intereses personales.

Anónimo dijo...

Supongo que los pseudoescépticos no celebrarán la Navidad y cosas similares, ¿no sería coherente, no?.

Anónimo dijo...

A ver si los escépticos estos se meten mas (y tomando la iniciativa) contra los fraudes científicos, ya que les gusta tanto perseguir fraudes que empiecen por los mas gordos y peligrosos que los tienen en casa, sobre todo los de las "industrias tecnológicas" (biología, telecomunicaciones, medicina, energía, críticas éticas a la industria militar tecnológica, etc.), pero de estas cosas ni pío, prefieren meterse con los echadores de cartas y como mucho con la fusión fría y cosas similares que son sencillas de criticar, en vez de ponerle el cascabel al gato, así se retratan.