sábado, agosto 18, 2012

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martes, agosto 14, 2012

El OVNI de Petit-Rechain ¿Así se hizo el UMMO de la oleada belga?


(Publicado en EOC nº 68)

El pasado martes 26 de julio de 2011 la historia de la ufología internacional recibió uno de sus golpes más duros. El fin de una historia que comenzó 21 años antes…

Según el informe del caso, el 4 de abril de 1990 a 22:00, en  Petit-Rechain, cerca de Verviers, una pareja de novios, la Srta. S. y su amigo el Sr. P.M. (ambos de 18 años) observaron un objeto triangular en el cielo, con 3 focos en los vértices y un cuarto en el centro, a unos 150 m. de distancia. El joven P. M. tornero en una empresa local, tuvo tiempo de tomar su cámara, una Praktica BX20 SLR,  con Zoom 55/200 mm, cargada con un rollo de diapositivas de grano fino y alta sensibilidad (Kodak Ektachrome de 200 ASA), y tomar un par de fotografías del objeto, con una exposición de 1 segundo aproximadamente.
 
Según los testigos, que siempre permanecieron en el anonimato,  el incidente duro unos 5 minutos, y el objeto emitía un zumbido. El testigo, P. M. curiosamente solo tomó 2 fotografías durante el avistamiento. De las cuales solo en una se apreciaba con cierta nitidez el fenómeno.

Pericia
La foto de Petit-Rechain aparece al final de la oleada de OVNIs en Bélgica, cuando la SOBEPS, una organización privada, que había conseguido una colaboración directa de la Fuerza Aérea belga en la investigación del fenómeno, ya había documentado cientos de avistamientos, fotografías y filmaciones en todo el país. Así que el caso de Petit-Rechain solo venía a redundar en la casuística ya conocida. (objetos triangulares que volaban a baja altura), y que fueron reportados en una oleada que se prolongó de noviembre de 1989 a marzo de 1990. El detalle de que la Sra. S. y el Sr. P. M. nunca diesen la cara, parecía insignificante. Cuando la SOBEPS recibió la foto de Petit-Rechain, creían estar ante la evidencia gráfica de lo que cientos de testigos les habían descrito los meses anteriores. Craso error.
 
La imagen, avalada por la credibilidad de la SOBEPS, ha sido analizada (supuestamente) por numerosos científicos, académicos e investigadores solventes, como P. Ferryn, experto en el análisis de fotos de la SOBEPS; Prof. Marc Acheroy de la Academia Militar Real de Bruselas, hizo una análisis informático muy avanzado en 1990 (en VOB.1. P. 416-418 y VOB.2. Pp 234 a 240); Richard F. Haines, (Palo Alto, California) estadounidense especialista en psicología de la percepción en 1993; D. Soumeryn-Schmit, jefe de fotografía del Instituto Real del Patrimonio Artístico de Bruselas en 1993; François Alabanza (Fleximage, Arcueil) que  llevó a cabo un análisis por ordenador en 1993; o  A. Marion (CNRS, el Instituto de Óptica de Orsay)  que hizo un análisis en 2002….
 
La conclusión de la mayoría de los analistas, la inmensa mayoría inexpertos encuestadores OVNI, y que subestimaron el hecho de que se encontraban ante una evidencia tan anónima como las fotos de San José de Valderas, era que la imagen era auténtica. Y como ocurrió con el caso Valderas, la fotografía se convirtió en un ícono, reproducida en miles de artículos, libros y documentales. E incluso fue la portada de las dos monografías publicadas por la SOBEPS. Para los  belgas, como lo fueron las fotos de Valderas para los españoles, las imágenes de Petit-Rechain, eran un “caso perfecto”…    

El 5 de mayo de 1997, SOBEPS organizó una jornada de estudio dedicada a la fotografía conocida como  “el OVNI  de Petit-Rechain". Se llevó a cabo en la Academia Militar Real, para proporcionar una oportunidad para que todos los científicos que han estudiado esta foto para discutirlas. Participaron: Marc Acheroy, Bougard Michel, Brenig León, Clerebaut Lucien, Ferryn Patrick, François alabanza, el Sr. PM, que tomó la foto, Auguste Meessen, Schweicher Emil e Isabelle Stengers.  Al igual que ocurrió con el “VED” ummita, los analistas más entusiastas rubricaron un informe técnico que pretendía garantizar la autenticidad del fenómeno. Leemos en dicho informe:

Como primer paso, se realizó la observación visual de la película, después de haber extraído de su caché, y la transparencia de exploración con un escáner plano de Agfa T1200 DuoScan. Nuestros hallazgos coinciden con los de nuestros predecesores:

- El marco de la imagen es perfectamente claro y sin duplicación de esfuerzos, aunque se observó un marcado contraste con el aumento, lo que excluye la manipulación de la exposición doble o múltiple cuando se dispara.
- Parece difícil imaginar un truco hecho con un modelo u otro dispositivo similar. Esto será confirmado por el procesamiento digital (ver más abajo).
- Uno no puede imaginar una mejor edición de video o el uso de gráficos: las características de este tipo de imágenes no aparecen en la diapositiva, incluso, aumentando considerablemente el contraste.  Aunque uno no debe excluirse, parece muy probable que el panorama es bien analizado el de un objeto físico, visto contra un fondo de cielo, un objeto o nave original aún no identificados hasta la fecha.

En una segunda etapa, se realizó un análisis preciso de la diapositiva utilizando un escáner de película de 35 mm de Canon que ofrece una resolución óptica de 2720 puntos / pulgada, lo que equivale a un tamaño de píxel de menos de 10 micrómetros. Esta dimensión es mucho mayor que el grano de la película (en el rango micrométrico), pero mucho menos que los más pequeños detalles significativos incluidos en la imagen, que nunca es inferior a 20 micrómetros…”.

En sus conclusiones los analistas iban más allá, y como ocurrió con alguno de los estudios sobre el caso San José de Valderas, creían intuir una especie de “campo de fuerza” rodeando lo que solo podían calificar como “nave”: “La descomposición de la luminosidad de la imagen, tono y saturación muestra información más completa, sobre todo por parte de la saturación. Esta información se mejora de forma significativa mediante el filtrado de frecuencia y composiciones de colores. Los tratamientos nos han permitido identificar las direcciones preferidas, sobre todo en el halo que rodea al objeto (Fig. 8, 9, 10, 11). Estas direcciones se corresponden con la orientación de los pequeños granos de la luz, en la imagen, que forman una especie de conversión del movimiento alrededor de la nave, un poco como los copos de nieve atrapado en un remolino de viento. También se puede hacer la analogía con los granos de limaduras de hierro que se mueven a lo largo de las líneas del campo magnético de un imán. ¿Es la interferencia electromagnética, un proceso de ionización del aire? En ausencia de otros elementos, la naturaleza de este fenómeno es difícil de definir, especialmente ya que es difícilmente detectable en la imagen roja, verde y azul. Estas nuevas observaciones son particularmente interesantes, ya que parece probable que reforzar algunas teorías, como las ondas de plasma de la teoría iónica presentadas por Auguste Meessen, profesor emérito de la Universidad de Lovaina…
 
Sin embargo, la existencia de estas "líneas de fuerza" es un argumento contra la tesis de un truco, lo cual sería particularmente sofisticado. Además, no está claro por qué un falsificador se ha molestado en pensar y darse cuenta de un fenómeno complejo, especialmente porque no se nota, sin un sofisticado procesamiento de la imagen…”.

Conclusión
“El procesamiento digital que hemos hecho en Orsay en la diapositiva Petit-Rechain confirmó la mayoría de las observaciones existentes. También proporcionaron nuevos resultados sorprendentes sobre el halo de luz alrededor del objeto, que muestra un proceso de aparición del vórtice. La naturaleza del fenómeno físico correspondiente podría, según algunos autores, estar relacionado con el sistema de propulsión del vehículo particular…”.

Ante un informe tan contundente, resulta comprensible en entusiasmo de los ufólogos belgas y la correspondiente ira de los pseudo-escépticos del MEO (Movimiento Escéptico Organizado) que, como en todos los demás casos de la oleada belga, o cualquier otro caso OVNI, alegaban la teoría del fraude o la manipulación. Y lógicamente, como ocurre con los videntes que a comienzo de cada año lanzan las mismas profecías sobre desastres, accidentes aéreos, o la muerte de un líder político… solo es cuestión de tiempo que acierten.

Justo es reconocer que ya entonces el astrofísico de la Universidad de Lieja, muy cercana al lugar del avistamiento, Dr. Pierre Magain, demostró que era posible reproducir la foto de Petit-Rechain, realizando una maqueta con materiales muy simples. Obviamente en su prueba, no había restos de vórtices, líneas de energía ni nada parecido. Quizás porque su foto no fue analizada con el mismo entusiasmo y apasionamiento que se derrochó en la de Petit-Rechain o San José de Valderas…

Crédulos, creyentes, escépticos y negativistas
Como es habitual en estos casos, la notoriedad del suceso desató apasionadas polémicas entre crédulos, creyentes, escépticos y negativistas. Siempre siendo estos últimos los más viscerales en sus ataques, que con toda naturalidad pasan de la diferencia de opiniones a los ataques personales. Bélgica, como había ocurrido en España con el asunto UMMO, se convirtió en un campo de batalla. Los programas de radio y tv, la prensa y las publicaciones especializadas se llenaron de polémicas, ofensas, insultos… Todo a causa de la foto de Petit-Rechain…

A diferencia del MEO, la comunidad ufológica es plural, en incluso entre los analistas de la SOBEPS existieron voces críticas que desconfiaban de la autenticidad de la imagen, como la del investigador Franck Boittle, quien subrayaba las discrepancias en el relato de los dos testigos, la ausencia de detalles de referencia en la imagen, o la existencia de una sola  fotografía del objeto, a pesar de la duración del avistamiento.  Fue necesario que transcurriesen varias décadas para que, como en el caso San José de Valderas, alguien se confesase autor del fraude.
 
“Yo soy el autor del fraude”
El martes 26 de julio de 2011, 21 años después, por fin pudimos poner cara  (que no apellido) al Sr. P.M., autor de la foto de Petit-Rechain. Un ex tornero de la región de Verviers, que decía llamarse Patrick, aseguraba a una emisora local ser el autor de la foto OVNI más famosa de Europa, y añadía además que dicha fotografía era un fraude que había hecho, cuando tenía 18 años “para divertirse”. Resulta desconcertante que el tal Patrick acceda a aparecer en un programa de TV a cara descubierta y sin embargo continué manteniendo en secreto su apellido. Pero este detalle resulta tan insignificante para los pseudo-escépticos, como hace 21 años lo fue para los ufólogos de la SOBEPS.
 
En menos de 24 horas todos los medios pseudo-escépticos internacionales se hicieron eco de la noticia, reproduciendo en cientos de blogs, páginas web y foros, la confesión de Ledoux,  que todos creyeron sin exigir la menor prueba ante tan extraordinaria afirmación.  Como ocurre en todos los casos, los autodenominados escépticos creen a cualquier fuente que se atribuya un fraude paranormal, sin exigir ningún tipo de evidencia.

Patrick afirmaba haber hecho la fotografía fabricando una maqueta  triangular de polietileno  de unos 80 cm, a la que habría añadido tres pequeñas bombillas de linterna en los vértices, y una cuarta en el centro, alimentadas por una batería. Colgando la maqueta de un hilo había tomado la imagen que había convencido a académicos, militares y veteranos ufólogos. Todos burlados, supuestamente, por un joven tornero aburrido…
 
Inmediatamente el Dr. Auguste Meessen, uno de los físicos que habían analizando, y refrendado, la fotografía de Petit-Rechain decidió entrevistarse con el supuesto autor de la imagen, y ante las cámaras de la televisión belga, se produjo la reunión entre el supuesto autor del fraude, y una de sus víctimas. Patrick, sin embargo, no supo responder a las preguntas del científico. ¿No os recuerda a UMMO?
P: El modelo mide 80 cm y poner tres bombillas de linterna. Así que es muy pequeño en comparación con el modelo. Y yo os pregunto, ¿cómo explicar lo que aparece en la diapositiva?                            
R: No sé                                          
P: Por un lado las luces son bastante grandes. Por otro lado son diferentes, no se corresponden en absoluto a una bombilla pequeña ...
 R: Sí, no sé, no sé explicarlo. No tengo ni idea, no... 
P: Luego, en segundo lugar, en la diapositiva color, hay tres capas y fuimos capaces de separar lo que había en las tres capas y es muy diferente lo que había en las tres. En la capa roja, el objeto no aparece. En la capa de color azul, si que aparece... ¿Cómo se explica eso?                                  
R: No lo sé.                                               
P: Porque si tienes una linterna bombillas que da la luz blanca, que debe dar el mismo resultado...             
 R: No sé, yo no podría decir ...                         
P: Hay  algo más. Son los detalles de las estructuras de las tres luces (muestra las imágenes). Esto se corresponde con la luz más alta y vemos que hay una distribución de intensidades. No pudimos conseguirlo con un movimiento de la raqueta, ¿está usted de acuerdo?                                    
R: No sé, si usted lo dice...  

Así se hizo
 
En  su día, y tras obtener una confesión detallada del autor del fraude, el supuesto “escéptico” José Luis Jordán Peña, y su colaborador en el montaje, Vicente Ortuño, reprodujimos una maqueta como la utilizada por Jordán y Ortuño en el caso Valderas, acudimos al mismo lugar e intentamos reproducir,  paso a paso, el proceso que Jordán y Ortuño dicen haber seguido para la falsificación de las fotos OVNI más famosas de la historia de España. Nuestra investigación fue publicada en EOC nºs 50, 52, etc, recibiendo incomprensibles críticas de investigadores como J.J. Benítez.   

Aun a riesgo de recibir nuevamente las mismas injustas críticas, decidimos reproducir el proceso descrito por Patrick, en la elaboración de la foto de Petit-Rechain.
 
Para ello obtuvimos un panel de polietileno  de más de un metro cuadrado, recortando un triángulo de unos 80 cm.
 
A continuación utilizamos pintura negra para oscurecer la base de la “nave”.

Seguidamente perforamos 4 orificios en los que colocamos cuatro bombillas de linterna, de 3,5 voltios, en los tres extremos de la nave y en el centro de la misma.

En la parte superior, que no será visible en las fotografías, acomodamos la fuente de alimentación y los cables que conectan las bombillas con dicha batería.

También fijamos el sistema de sujeción  que nos permitirá sostener la maqueta suspendida en el aire, utilizando hilo de pesca.
 
Después realizamos varias fotografías utilizan-do diferentes exposiciones. Los mejores resultados se obtuvieron con una exposición de 1,3 segundos.

El efecto de “corrimiento” de la luz, obviamente, se origina por el bamboleo de la maqueta colgada de un hilo.
 
Tomamos  varias fotos manteniendo como referencia la luna y la vegetación  y que probablemente habrían sido suficientes para comprender que nos encontramos ante una maqueta. Pero Patrick miente al afirmar que tomó solo 2 fotos. Es imposible conseguir ese efecto casualmente. Así que le invitamos a mostrar las otras imágenes de la serie para demostrar su versión… o la maqueta que usó.
 
 
Una reflexión necesaria
Deberá ser el lector quien valore el resultado de nuestro experimento. ¿Demuestran nuestras fotografías que el OVNI de Petit-Rechain podía ser una maqueta? De ser así, ¿en qué lugar quedan los análisis científicos o militares que refrendaron la autenticidad de la foto? ¿Podemos confiar en los análisis “científicos” o “académicos” de las evidencias que compilamos durante nuestras investigaciones? Y si no es así ¿Qué nos queda? ¿Cómo avanzar en el estudio de las anomalías si no podemos confiar en los análisis de las que suponemos autoridades científicas?
 
Obviamente el fraude de Patrick, como el de Jordán Peña, ha supuesto un nuevo duro golpe para la credibilidad de toda la ufología. Necesario es que hagamos autocrítica y reflexionemos sobre que hemos hecho mal. Porque, por desgracia, intuimos que los fraudes, engaños y estafas continuaran multiplicándose en el futuro.                           

Manuel Carballal