sábado, mayo 24, 2008

Lo que opinan de El Ojo Crítico en su nº 57

Carmen Sánchez
Directora Mas Alla de la Ciencia
Su editor, no podía haber escogido un título mejor para su particular proyecto porque, efectivamente, “El Ojo Crítico” nos ofrece una mirada que “ve” más allá de la información pura y dura. No es fácil mantener un trabajo así a lo largo del tiempo, y menos si los medios son escasos. Manuel Carballal lo ha logrado peldaño a peldaño, con mucha ilusión, más constancia y la independencia que caracteriza su reconocida trayectoria profesional.

En su faceta de periodista conozco al editor de EOC desde hace años a través de los artículos que ha publicado en Más Allá y en otros muchos medios especializados, y eso me hubiera bastado para escribir estas líneas. Pero, sobre todo, lo conozco a través del infinito cariño y admiración que siempre sintió por él una amiga común, Concha Labarta, que desgraciadamente ya no se encuentra entre nosotros. En cierto modo, ella me “descubrió” al verdadero Carballal, y , la verdad, me gustó lo que vi.


David E. Sentinella
Periodista y escritor
Vicepresidente SEIP

Un número nuevo de EOC es siempre motivo más que sobrado para una nueva felicitación. Y van 57… Todo un logro. Un ejemplo de perseverancia, un alarde de constancia y paciencia que, me consta ;-) , emana de cada uno de los poros de quien idea, realiza y maqueta, con la misma ilusión que antaño, todas y cada una de estas páginas. Recuerdo cuando, aún imberbes, un notable número de investigadores y buscadores procedentes de todas partes nos reuníamos en los congresos que se celebraban durante los fines de semana de verano en algunos puntos de la geografía española y, ojeando cualquiera de los boletines de excelente factura no comercial –que no “amateur”-, comentábamos y discutíamos acaloradamente las noticias e investigaciones que en ellos se plasmaban. Eran otros tiempos. No existía Internet y las llamadas telefónicas eran prohibitivas. Cualquier comunicación era en papel y por correo. Como jóvenes, no teníamos ni un duro, sin embargo nuestros bolsillos estaban llenos de pasión por estos temas, de entusiasmo por adquirir conocimientos y experiencias, y de avidez por descubrir la escurridiza verdad.

Billete de bus en mano, cuando no en autostop, perpetrados con una mochila, una grabadora y una modesta cámara fotográfica, no dudábamos en desplazarnos al lugar donde se había producido un avistamiento o al inmueble donde, según aseguraban, se producían fenómenos paranormales. Y para qué negarlo, a pesar de las “penurias” disfrutábamos de cada kilómetro, de cada entrevista, de cada caso, cualquiera que fuese el resultado de la investigación. Quienes hacíamos todo lo posible por acudir a esos inolvidables y anhelados encuentros ya no somos tan jóvenes, y sí mucho más críticos y escépticos –no confundir con negativistas-. Y aunque nuestra sangre no hierve como antaño, la mayoría mantenemos todavía esas actitudes de la juventud cual estandartes, o cuanto menos nos gusta pensar que eso es así. Sin embargo el panorama actual dista mucho del pasado. Sí, los tiempos cambian… y lo que prima también.

Para las nuevas generaciones es más importante salir un minuto en la televisión que un viaje de investigación. Parece que lo prioritario es el famoseo, la efímera popularidad de la red de redes, y a través de ésta, la crítica vacua, la descalificación anónima y cobarde y, por supuesto, sentar cátedra en los diferentes foros sin hacer más viajes que el que separa la pantalla del ordenador de la cocina y del retrete. Amigos, hagamos honor a la cabecera de este medio y analicemos la situación. ¿Hacia dónde se dirige “el mundo del misterio”? Internet es un magnífico medio, y como tal, hay que hacer uso de él, pero “la verdad” sigue estando ahí fuera. Tal vez entre todos deberíamos rescatar esa otra forma de entender la investigación y la divulgación del misterio que proclamaban aquellos fantásticos boletines no comerciales y de los que, afortunadamente, El Ojo Crítico, con sus virtudes y sus defectos, se mantiene como brillante y clamoroso superviviente. Larga vida a EOC.
Cristina Candela
Licenciada en Ciencias de la Información
Gracias a la revistas que existen en el mercado, gran parte del misterio llega a miles de personas, pero desde luego no hay que olvidar que estas publicaciones poseen también un gran lastre. A pesar de realizar una gran labor de difusión, son empresas. Y como cualquiera de ellas, su principal objetivo es la obtención de beneficios económicos. Estos beneficios económicos provienen casi en su totalidad de la publicidad que muestran, pero para que estos servicios publicitarios sean contratados, las revistas necesitan de buenos contenidos – demandados por los lectores- que puedan venderse y llegar al público objetivo.

Es importante saber que aunque las revistas del misterio tienen una plantilla propia, parte del contenido proviene de colaboradores que cobran por artículo publicado. Cuando hay dinero por medio, mal asunto, sobre todo en este tipo de temáticas en las que en muchas ocasiones tan sólo podemos basarnos en testimonios de personas. Como consecuencia no es descabellado preguntarse hasta qué punto muchos de estos artículos son verídicos al cien por cien. Normalmente confío en el buen hacer de las personas, pero todos sabemos que el misterio es lo que vende y no siempre es fácil de encontrar. No sería extraño, pues, plantearse si cuando el hambre aprieta y el misterio no aparece, alguien podría llegar a inventarse ciertos datos aprovechando la “ventaja” –para ellos- que poseen estos fenómenos de no poder ser comprobados.

Por todo esto creo que las revistas alternativas dedicadas al misterio, difundidas a través de Internet o en papel, de manera gratuita, poseen la gran ventaja de poder confirmar o refutar lo publicado en estas revistas o difundir casos nuevos de manera totalmente libre y desinteresada.
Personalmente pienso que las publicaciones alternativas, como “El Ojo Crítico”, formadas por personas cuyo único fin es informar, sin ningún tipo de ánimo de lucro, y sobre algo tan apasionante como es el mundo del misterio, son totalmente necesarias. Cuando no hay nada que vender, perder o ganar, falta algo esencial para mentir: el móvil.
Jose Miguel Trallero
Editor de Realidades Inexistentes
IIEE-Huesca
Cuando asomamos, para mí hace ya bastantes años, las narices en el mundo de lo extraño y lo paranormal por primera vez, lo hicimos con un entusiasmo y una alegría digna de un adolescente que buscaba respuestas en los marcianos y en el Jesús extraterrestre. Ha llovido mucho desde entonces, y que yo recuerde pocas cosas teníamos para leer, ver o escuchar. Y con aquel poco hicimos lo que hicimos. EOC, que yo recuerde siempre ha estado allí; y quizás sea de las pocas publicaciones que tiene los pies en la tierra y nos los pone a todos en el mismo lugar. Yo alucino como le puede quedar tiempo para currárselo como se lo curra. Yo creo que lo peor ya ha pasado, ¿no crees? Dicen que el empezar cuesta. Así que ánimo, valor y al toro. En teoría el resto tendría que ser coser y cantar. Bromas aparte. Mi más sincera en hora buena. Es impresionante llegar a donde ha llegado EOC. Se supone que esto sigue adelante. ¡Animo!



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