sábado, junio 24, 2006

Reflexiones lógicas contra la Transcomunicación Instrumental (TCI)

Por Carlos Fernández
No queremos enjuiciar en estas líneas la existencia o no de las psicoimagenes obtenidas en video, sino hacer un breve comentario sobre las dificultades técnicas que prescrita la construcción de una imagen de video desde que es una señal eléctrica o electromagnética hasta que se representa en la pantalla de televisión, y las incoherencias lógicas que l método mas generalizado para obtener psicoimagenes presentan las llamadas "transcomunicaciones".

El método mas generalizado para obtener psicoimágenes consiste en enfocar la cámara de video a la pantalla del televisor, conectándolos además eléctricamente formando una especie de circuito realimentado. Si consideramos que la supuesta señal paranormal se genera en el circuito eléctrico, esta deberá construirse de modo que al ser procesada se presente como una imagen que podarnos observar en la pantalla. Para comprender la dificultad de generar una señal de video daremos un repaso general a la estructura de funcionamiento de la televisión.

Para la construcción de la imagen, un haz de electrones generado porel tubo del televisor "barre" la pantalla 50 veces por segundo, impactando con mayor o menor intensidad sobre el frontal de la pantalla fosforescente que transforma en luz el haz de electrones. La imagen se construye entonces a través de miles de puntos divididos en mas de seiscientas líneas horizontales que el haz de electrones barre primero impresionando las líneas pares y luego las impares alternativamente.

Como se puede deducir, la señal eléctrica que debe construirse para que en la pantalla se presente un solo fotograma en extremadamente compleja, más aún si tenernos en cuenta que esta cuenta, además, con pulsos de sincronismo vertical y horizontal ,y que para viajar a través del espacio la señal debe estar modulada en amplitud sobre una onda portadora de una frecuencia que requiere una determinada precisión.

Si la supuesta psicoimacien contiene además información sonora esta debe estar modulada en fre­cuencia en la portadora; lo que com­plica mucho más la ya compleja serial eléctrica necesaria. Las mismas con­sideraciones valen para otros métodos utilizados en la obtención de psicoimágenes.

Algunos defensores de las psicoimagenes, como Brune, Senkowski o Darnell sostienen que estas señales son enviadas desde el "más allá" mediante "laboratorios técnicos que se encuentran al otro lado de la muerte física", lo que supondría no solo contar con una capacidad tecnológica similar a la nuestra, sino que además implicaría que sus ingenios técnicos cumplen las normativas necesarias para la comunicación con nuestro mundo; como ser idéntica frecuencia de portadora, velocidad de barrido, número de líneas de pantalla y demás parámetros eléctricos. Sinceramente resulta difícil imaginar estudios de televisión, cámara, de video, emisores de ondas herzianas, etc, manejados y por espíritus desencarnados...

Pero existen otros interrogantes incomprensibles en el fenómeno de la "Transcomunicación Instrumental" (TCI). Son muchas las personasque afirman haber reconocido en rostros y cuerpos grabados en psicoimágenes a parientes y/o amigos ya fallecidos. Sin embargo se detecta un fen6meno curioso: en la mayoría de ocasiones el supuesto espíritu aparecido en la TCI aparece mucho más joven del momento de su muerte. En cintas de video que nos ha facilitado Francois Brune o Monique Simonet. observamos imágenes de personas que fallecieron siendo ancianos y que sin embargo aparecen en las psicoimagenes como adolescentes.

Según los defensores de la TCI esta se debe a que "cuando morimos el espíri tu adquiere la apariencia de la edad que teníamos en el momento más feliz de nuestra vida” (?).

Esto nos lleva a otro aspecto sospechoso de la TCI, el hecho de que muchas psicoimágenes son exactamente iguales a fotografías ya existentes del supuesto "espíritu" en su juventud. El mismo F. Brune nos decía " . . . es corno si hubiesen recortado la cara del difunto y la hubiesen sobreimpresionado en la pantalla durante la emisión del otro lado" (?). Resulta más fácil pensar que esa "sobreimpresión" es realizada por alguien vivo. De lo contrario el "más allá" que nos auguran la TCI es bastante chapucero.

Por otro lado debernos recordar que hace unos anos se descubrió (pie algunas de las supuestas psicoimágees recogidas durante transcomunicaciones eran en realidad imágenes pertenecientes a viejas películas clásicas. Siendo benévolo cabría preguntarse si los aparatos diseñados por los expertos para favorecer la TCI, como el "ultralator" de Gerhard He l ze.l., o e l "Spiricom" de Willian O'Neil, no serán en realidad amplificadores de señal de video, que puedan capturar ondas de Tv de cualquier emisora local, enviándola al magnetoscopio.

A la utilización del magnetófono siguió el magnetoscopio, y ahora los "contactados electrónicos" usan el. fax, teléfono o el ordenador para obtener supuestas TCIs. Pero son demasiados los cabos sueltos para afirmar que estén contactando con el más allá o con nada parecido.
Carlos Fernándes (Publicado en EOC nº 12)

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