Publicado en El Ojo Crítico nº 69
“Sólo los fanáticos odian a las personas tanto como a las doctrinas”. Mario Brunge
Tras años de esfuerzo, el Movimiento Escéptico Organizado (MEO) ha conseguido convencer a canales de radio y TV, e incluso a las universidades más crédulas, para que financien sus actividades de investigación. Se presentan como un grupo de científicos escépticos, que estudia las llamadas pseudociencias, para refutar sus postulados, cobrando justos honorarios por sus investigaciones sobre lo paranormal. Sus campañas de boicot y denuncia, han intentado (y con frecuencia logrado) vetar en canales de TV, Universidades y centros académicos, toda actividad que tenga relación con las anomalías, salvo las organizadas por ellos mismos. Y la inmensa mayoría de divulgadores e investigadores de dichas anomalías, prefieren evitar toda confrontación o enfrentamiento con ellos, para no ser estigmatizados. Algunos incluso les dan voz en sus medios, para evitar ser objeto de una de sus campañas… Pero ¿Qué son los pseudoescépticos?
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En su obra “Historia de las religiones” Dr. Manuel Guerra Gómez (Doctor en Filología Clásica y en Teología Patrística, miembro de la Real Academia de Doctores de España, sacerdote católico, excatedrático especializado en la historia de las religiones, sectas y Nuevos Movimientos Religiosos, y autor de más de 15 obras sobre el tema), define al Movimiento Escéptico Organizado (MEO) como: “Nuevos escépticos. Los que se presentan a sí mismos como “Nuevos escépticos”, también ”Movimiento escéptico”, más que científicos, son divulgadores de lo científico. En su vertiente metafísica es la actitud del que piensa que las ciencias experimentales serán capaces de explicar todos los misterios del universo, declarando innecesario y consecuentemente inexistente a lo divino y religioso. En la metodológica, consideran el método positivo, experimental, como el único válido en cualquier esfera del saber. Admiten solamente lo que la ciencia muestra y demuestra. Supuesta la inexistencia de Dios, del alma espiritual e inmortal, etc., se ven obligados a reconocer la existencia de creyentes y de religiones. Pero se empeñan en poner fuera de circulación a las religiones, especialmente la católica. Afirman la incompatibilidad entre ciencia-religión y que las creencias religiosas son absurdas y dañinas para los individuos y sociedades. Auguran que, en fecha cercana, habrá personas creyentes, pero solo como efecto residual, y que, si subsiste alguna religión, será como en arresto domiciliario, es decir, solo en el foro de la conciencia y dentro de los templos (laicismo de origen masónico). Bergson crítica la mentalidad cientificista coetánea y posterior: “Solo hemos pedido a la ciencia que siga siendo científica, que no se disfrace de metafísica inconsciente, presentándose entonces a los ignorantes y semidoctos bajo la máscara de la ciencia. Durante medio siglo este cientificismo ha obstaculizado el camino de la metafísica“. El sentido común sabe que si dos automóviles siguen la misma línea pero en dirección opuesta terminarán por chocar si no frenan a tiempo. En cambio si tres aviones vuelan en vertical más en distinto nivel jamás chocarán a no ser que uno de ellos suba o baje de plano. Así ocurre con la ciencia, la filosofía y la teología o religión. El científico debe actuar como científico, no como ideólogo ni como profeta enmascarado de científico o idólatra de la ciencia. El Movimiento Escéptico es una red positivista, cientificista e internacional conectada por Internet. Nacida en EE.UU. en la década de los 80 se ha difundido ya por toda la Tierra; también en España e Iberoamérica (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Méjico, Perú, Puerto Rico, Venezuela). Además hay un buen surtido de publicaciones, bitácoras (blogs) y páginas webs”.
Por su parte, la wikipedia, en su versión en castellano (en inglés la información es mucho más amplia), dedica la siguiente entrada al movimiento de los pseudoescépticos: “El término pseudo escepticismo fue popularizado en 1987 por Marcello Truzzi, profesor de sociología en la Eastern Michigan University y ex-miembro del Comité para la Investigación Escéptica, para referirse a aquellos defensores del escepticismo científico que en su opinión determinaban la validez de una idea antes de realizar investigaciones al respecto, o proferían refutaciones sin sustentar la carga de la prueba. El término es usado también cuando se analizan aplicaciones de etiquetas como pseudociencia, se discute el uso de la etiqueta por grupos no científicos que en sus críticas reemplazan el lenguaje académico por descalificaciones e incluso agresiones verbales, dando señales de conductas obsesivas principalmente enfocadas en el tema paranormal o fuera de la ciencia docta. Es sometido a escaño también la formación de algunos círculos "pseudoescépticos" que tienen como política el desprestigio y difamación por sobre la investigación científica seria, también se les discute el nulo escepticismo hacia la ciencia oficial, actitud que según muchos académicos no beneficia ni a la ciencia, ni tampoco es la correcta aplicación del pensamiento crítico.
“Historia: "Pseudoescepticismo" se compone del elemento compositivo pseudo- (falso) y el nombre escepticismo. El término se ha usado con su sentido normal de "falso escéptico" desde hace siglos. Pero la popularidad de su uso como definición peyorativa para un supuesto exceso de celo en la defensa del escepticismo científico se popularizó en 1987 con la publicación de un artículo de Marcelo Truzzi en la revista Zetetic Scholar, fundada por él mismo; en dicho artículo daba respuesta a grupos escépticos que aplicaban la etiqueta "seudocientífico" a disciplinas que Truzzi pensaba que mejor deberían ser descritas como protociencias.
Truzzi afirmó acerca de los llamados "pseudoescépticos" que tienen más tendencia a negar que a dudar, a desprestigiar más que a investigar; usan una doble vara de medir en sus análisis críticos, emiten juicios sin una completa investigación; usan ataques ad hominem al referirse peyorativamente a los que proponen determinadas disciplinas; no presentan suficientes pruebas en sus refutaciones y, al censurar, asumen que en ningún caso les corresponde el peso de la prueba; contra-argumentan basándose en lo que parece más razonable o plausible en vez de en la evidencia empírica; e insinúan que el que una evidencia sea poco convincente es suficiente para descartarla por completo. En 1994 la entonces psicóloga y filósofa Dra. Susan Blackmore definía la postura pseudoescéptica como la de aquellos que no aceptaban ningún tipo de investigación que se saliera de sus propios sistemas de creencias científicas, condenando a priori cualquier desviación. (Blackmore mudó eventualmente hacia una postura más escéptica, abandonando sus investigaciones sobre parapsicología en 2001.)
“Controversia: A veces algunos grupos se acusan unos a otros de ser pseudoescépticos. Acerca de las etiquetas "dogmático" y "patológico" con que la "Asociación para la investigación escéptica" define a los críticos de las investigaciones paranormales, Robert Todd Carroll, autor del Skeptic´s Dictionary, afirma que dicha asociación [...] es un grupo de pseudoescépticos investigadores y defensores de lo paranormal que no aprecian la crítica de los estudios paranormales por verdaderos escépticos y pensadores críticos. El único escepticismo que este grupo promueve es el escepticismo hacia los críticos y su crítica a los estudios paranormales. La "Society for Scientific Exploration" (SSE) (Sociedad para la Exploración Científica) ha sido criticada por el divulgador científico Michael Lemonick por ser "extrema" pero también por mostrar "una sorprendente actitud escéptica". Un miembro de la SSE, L. David Leiter, cree que el escepticismo organizado podría ser llamado "pseudoescepticismo patológico". De acuerdo con Leiter, la etiqueta "escéptico" "se aplica a alguien cuyos procesos mentales apuntan continua e inflexiblemente en la dirección de la duda". Argumenta que hay miembros de ciertas organizaciones escépticas, que [...] en vez de llegar a tener un pensamiento científico, se convierten en seguidores del cientificismo, el sistema de creencia en el cual la ciencia y solo la ciencia tiene todas las respuestas para todo. Y que muchos pseudoescépticos no están por la labor de invertir tiempo en [...] leer de manera significativa en la literatura de las disciplinas sobre las cuales son más escépticos.
“Aproximación académica: El Laboratorio para Avances en la Conciencia y la Salud de la Universidad de Arizona, liderado por el catedrático Gary Schwartz, afirma proporcionar "un foro serio en el que llevar a cabo una investigación sistemática acerca del escepticismo patológico, las correlaciones ilusorias, y el autoengaño en la ciencia, la sociedad, y las relaciones humanas". La investigación en el laboratorio sobre "el rol del propósito consciente en la medicina energética y la curación, y la posibilidad de la supervivencia de la consciencia después de la muerte física" ha sido criticado en el Skeptical Inquirer porque no tuvo en cuenta explicaciones que no fuesen paranormales en las observaciones registradas. El etnólogo David J. Hufford de la Universidad del Estado de Pennsylvania utiliza el término "escepticismo radical" para referirse a los prejuicios y discriminaciones que según él adoptan muchos de los científicos académicos.”
CIENCIA, PSEUDOCIENCIA Y DOBLE RASERO PSEUDOESCÉPTICO
Imaginemos que un grupo de estudiantes de una universidad española decide, dentro del marco reglamentario establecido, solicitar una beca para realizar una investigación. El tema a investigar pertenece a una disciplina reconocida por el Ministerio de Educación y por la Unesco. Cuenta dicho campo de actuación con referencias, artículos y estudios en las revistas científicas más cualificadas, donde sus postulados e hipótesis vienen siendo sometidos a crítica desde hace décadas por expertos de diferentes instituciones académicas internacionales.
Imaginemos ahora que un periodista, totalmente ajeno a ese entorno académico y universitario, se dedica a llamar por teléfono o escribir cartas al rectorado de esa universidad, al departamento de la facultad e, incluso, a otras instancias gubernamentales, competentes en el asunto, para conseguir que dicha beca de investigación no se conceda. Además, el periodista en cuestión promueve una campaña popular con idénticas intenciones. ¿Qué pensaríamos al respecto? Sin duda, que dicho sujeto intenta, con medios inadecuados, forzar el curso natural de la Ciencia.
Pues bien, estas situaciones ocurren dentro de nuestro propio país. En 1997 un grupo de alumnos, inscritos en el registro de asociaciones de la Universidad de Granada, solicitó a dicha entidad una subvención, a la que tenían perfecto derecho, para poner en marcha un proyecto titulado TCI. En palabras del, ahora, doctor en Psicología Oscar Iborra la idea del proyecto era precisamente fomentar el espíritu crítico, abordando temas que popularmente se adscriben a la parapsicología, como las psicofonías, y revisar todo el ‘circo’ que hay en torno a ellas”. Sin embargo, continúa Iborra “el proyecto TCI era el inicio de un proyecto mayor que no llego a más, gracias al trabajo de Luis Alfonso Gámez, quien mandó un email a todos los profesores de Psicología, y después a la Junta de Andalucía, insultando nuestro trabajo si saber de qué iba la cosa. Por su parte, Javier Armentia calificó peyorativamente el proyecto TCI como la investigación de psicofonías en un cementerio.
Intentemos poner en su justa medida los elementos involucrados en este asunto. En primer lugar, conviene valorar la materia que iba a ser objeto de estudio. La parapsicología puede tener mejor o peor prensa, pero lo cierto es que aparece oficialmente reconocida por la Unesco como una disciplina susceptible de investigación en su epígrafe 6110, integrada en el campo más amplio de la Psicología:
61. Psicología:
6110. Parapsicología:
- 6110.01 Percepción extrasensorial
- 6110.02 Hipnosis
- 6110.99 Otras (especificar)
Este estatus otorgado por la Unesco no significa que las presuntas capacidades, fuerzas o energías paranormales existan. Tan solo fija una demarcación ordenada para poder realizar estudios a ese respecto. Es más, si nos fijamos en la lista, la hipnosis ya es una realidad científica incuestionable cuyo análisis y uso no genera ninguna lista negra en contra. Mientras que la percepción extrasensorial aún tiene mucho que demostrar, científicamente hablando, para ser considerada una realidad.
España acepta, desde 1983, esta nomenclatura de campos y disciplinas de conocimiento postulada por la Unesco. De hecho, ha venido siendo la clasificación oficial empleada por los diferentes Ministerios de Educación, Ciencia e Investigación a la hora de ordenar las actividades científicas y tecnológicas en las Universidades y los centros del CSIC. En la práctica, este marco normativo nacional implica que el ministerio podría, perfectamente, financiar los proyectos de investigación, tesis doctorales, instrumentos de laboratorio y grupos de trabajo que solicitaran realizar investigaciones en parapsicología. Dichas solicitudes serían evaluadas en régimen de concurrencia competitiva con el resto de proyectos presentados para otros campos y disciplinas de conocimiento. Si apenas existe investigación parapsicológica en España, no es porque el marco legal lo impida, sino porque simplemente muy pocos se proponen hacerla o apoyarla. Por supuesto, cada investigador académico español es muy libre de fijar sus prioridades y objetos de interés en aquello que considere más oportuno. Pero lo que conviene subrayar aquí, es que no se debe considerar nada descabellado que alguien proponga a la administración o en una convocatoria de financiación científica, el realizar un proyecto de estudio parapsicológico. Sería algo, absolutamente, lícito y natural.
Por añadidura, también es absolutamente lícito y natural que las instalaciones universitarias y demás centros afines pueden acoger y celebrar, sin problemas, eventos académicos –cursos, congresos, conferencias, etc.- que traten de parapsicología. De nuevo, queda a criterio de cada institución u organismo científico y educativo que tales actos se lleven a cabo o no. Pero, lo que debe estar bien claro es que con su realización no se contraviene ninguna norma. Al contrario, son disciplinas cuyo estudio ampara y estimula la Unesco y el Ministerio. De hecho, la Universidad Autónoma de Madrid contó en 1976 con un primer profesor de Parapsicología en la persona de Ramos Perera. Fruto de su labor docente fue la convocatoria de un curso en el que participaron personalidades de la talla del Dr. Rodríguez Delgado, médico de la Universidad de Yale, Mariano Vela, psicólogo catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Pinillos, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense o Carlos Asensio, entonces, subdirector general de Investigación Universitaria del Ministerio de Educación y Ciencia (http://www.elpais.com/articulo/ultima/parapsicologia/quiere/ser/ciencia/elpepiult/19760630elpepiult_1/Tes).
Más recientemente, el propio Oscar Iborra realizó un curso de verano el año 2007 sobre esta materia en la Universidad de Salamanca dotado con dos créditos de libre configuración. El espíritu con el que planteó Iborra este curso en sus propias palabras era el siguiente: "No se afirmará en ningún momento que existan fenómenos paranormales; los datos indican que existe algo, un proceso, pero no sabemos si ese proceso es paranormal. Eso es precisamente el objeto de estudio de la parapsicología: averiguar si un fenómeno es paranormal o no". Como en el caso del proyecto TCI, no resulta un planteamiento demasiado temerario. Más bien, todo lo contrario.
La parapsicología empírica y académica cuenta con sus correspondientes organizaciones científicas. Por ejemplo, la Parapsychological Association es una asociación mundial afiliada a la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS). Conviene recordar que la AAAS es una organización que promueve la cooperación entre los científicos, defiende la libertad científica, fomenta la responsabilidad y la educación científica para beneficiar a toda la humanidad. En la actualidad es la sociedad científica más grande de nuestro planeta y publica la afamada revista Science.
También, la parapsicología está supeditada a los mismos mecanismos e instrumentos de divulgación de sus estudios que tiene cualquier otra disciplina del conocimiento. Revistas como Journal of Parapsychology o European Journal of Parapsychology cuentan con los oportunos revisores previos a la publicación de artículos en su interior. Por supuesto, podemos ver trabajos de parapsicología en otras revistas científicas de carácter general como Psychological Bulletin, Science, Nature, Journal of Consciousness Studies, Foundations of Physics, Statistical Science, Journal of Scientific Exploration, Biological Psychiatry, American Psychologist, Journal of Psychology, etc. En revistas como Science o Nature pueden recopilarse, en cada una de ellas, más de un centenar de referencias a asuntos relacionados con los fenómenos denominados parapsicológicos bien para desmentirlos y explicarlos convenientemente, bien para considerar alguna correlación significativa e inesperada dentro de los mismos. Uno de los estudios más recientes en este último sentido lo tenemos en la nada sospechosa publicación Journal of Personality and Social Psychology, la cual en su número 100 del presente año publicó un investigación del profesor Daryl J. Bern titulada “Feeling the Future: Experimental Evidence for Anomalous Retroactive Influences on Cognition and Affect”. Este trabajo encuentra ciertas correlaciones estadísticamente significativas en pruebas de precognición realizadas a sujetos humanos. Nadie plantea que sus resultados sean ya definitivos ni sienten cátedra. Hay que esperar las oportunas réplicas y refutaciones en su caso. Sólo lo traemos aquí para demostrar que las investigaciones de Daryl Bern han superado los requisitos metodológicos, así como los protocolos de revisión y publicación de una de las más importantes revistas especializadas en la materia. Todo hecho desde la Universidad con la misma naturalidad y exigencia que corresponde aplicar a otros campos del saber humano.
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Ahora bien, si esta es la parapsicología absolutamente empírica y deseable, cultivada por hombres de Ciencia, sometidos a las reglas y planteamientos de la propia Ciencia en todas sus facetas, ¿quién es Luis Alfonso Gámez para promover campañas de descrédito contra aquellos que quieren hacer bien las cosas?
En primer lugar, a juzgar por los hechos, Luis Alfonso Gámez, al protagonizar el caso que comentamos de 1197, actuó como un periodista desinformado. Reaccionó con precipitación y arbitrariedad ciega sin saber con exactitud en qué consistía el proyecto capitaneado por Oscar Iborra.
En segundo lugar, el currículo profesional y académico de Luis Alfonso Gámez frente al de Oscar Iborra no resiste parangón. Oscar Iborra ha conseguido ser doctor en Psicología, luego ha tenido que poner a prueba sus conocimientos científicos ante un tribunal académico. Luis Alfonso Gámez pone sus divulgaciones científicas “a prueba” en un blog, un programa de televisión y la columna de un diario autonómico. Por otro lado, Oscar Iborra ha acreditado oficialmente su condición de investigador y de generador de nuevos conocimientos a través de sus propios estudios materializados en una tesis doctoral. Mientras que a Luis Alfonso Gámez ningún organismo oficial ni académico le ha acreditado como divulgador científico. Es más, para desarrollar su labor profesional y vivir de ella, este periodista necesita tomar prestados los conocimientos y estudios de otros investigadores científicos, verdaderamente, cualificados. No se está diciendo aquí que ganarse el pan como divulgador sea fácil. En todo caso, se está diciendo que es mucho más fácil ganarse la vida aprovechándose del esfuerzo ajeno que siendo uno mismo investigador científico. El riesgo y responsabilidad que asume un científico así como la formación y requisitos académicos que se le exigen, no son comparables a los requeridos por un divulgador cuyo único “laboratorio” es la mera palabra vertida en los medios de comunicación.
En tercer lugar, Gámez forma parte de un colectivo denominado Círculo Escéptico, que, como otras asociaciones similares españolas tales como ARP o internacionales como CSICOP no están afiliadas a ninguna sociedad científica internacional. Ni siquiera al CSIC. Por tanto, la “Ciencia” que dichas organizaciones escépticas puedan realizar o divulgar no cuenta con una acreditación oficial ni académica de ningún tipo. ¿Significa eso que no son organizaciones científicas? Al menos, su “Ciencia” no juega con las mismas reglas, obligaciones, compromisos y transparencia que la aplicable a las verdaderas instituciones científicas. Una asociación de astrónomos aficionados o de amigos de un museo de las Ciencias tendría idéntica naturaleza y características “científicas” a las destiladas por ARP o Círculo Escéptico. Por tal motivo, dentro de estas últimas habrá miembros con currículos más sobresalientes junto a otros académicamente indocumentados. No hay unos mínimos establecidos ni existe garantía de que constituyan un referente científico correcto. Se trata de grupos autogestionados que comparten ciertas aficiones e intereses, por los cuales no rinden cuentas a la comunidad académica porque, directamente, no forman parte de ella.
Buena prueba de lo dicho en el párrafo anterior es que tampoco ninguna de las revistas editadas por Círculo Escéptico o ARP están sometidas a los protocolos de revisión por pares. Así que publicaciones como “El Escéptico” o “El Escéptico digital” pueden tener un carácter valioso desde el punto de vista de la divulgación o de la mera opinión gratuita, pero ignoran voluntariamente las exigencias y servidumbres que conllevaría alojar en su interior verdaderos trabajos científicos.
Vistas así las cosas y con actitudes como la que hemos señalado al comienzo de este artículo, no cabe duda de que, en muchas ocasiones, el escepticismo mal entendido persigue impedir que la Ciencia siga su curso natural; que dé y quite razones en función de los datos aportados. La Ciencia tiene sus propios plazos, mecanismos y maquinaria para acreditar y desacreditar resultados. Lo viene haciendo con la Parapsicología desde hace décadas. No necesita que desde fuera del método científico se establezca la verdad y la mentira de las cosas. No necesita que se presione a las instituciones y las personas que las encarnan. Ejercer una coerción popular no es muy científico, razonable ni crítico que se diga. Esperar conclusiones; someternos al juego de réplicas y contrarréplicas fundadas; al debate sereno, pero firme, que ponga en juego nuestros propios prejuicios, sí que es científico, aunque este procedimiento nos pueda resultar incómodo muchas veces.
Mario Bunge y las pseudociencias
La parapsicología junto a otras disciplinas afines no demanda de la Ciencia y de sus instituciones nada que no merezca. Su fundamento real o irreal lo irá determinando el tiempo y la crítica experimental de los científicos. Así lo llevan haciendo muchos años a través de las mejores publicaciones especializadas. Sin embargo, algunos emplean ciertas vías para acelerar su disolución como disciplina científica. A mi juicio, la más importante de dichas vías es calificarla de “pseudociencia”. Pero ¿qué es una pseudociencia? y lo más importante, ¿qué alcance tiene?
Mario Bunge es uno de los principales teóricos de esta cuestión. Atesora un curriculum académico envidiable compuesto por un doctorado fisicomatemático en la Universidad de La Plata, un puesto como profesor en la Universidad McGill de Montreal, un galardón Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y más 35 libros y 450 artículos sobre física teórica, matemáticas aplicadas, teoría de sistemas, sociología matemática, epistemología, semántica, ontología, axiología, ética, política científica, etc. Además, de dicha valía prestigiosa, traerlo hasta estas páginas obedece a que Mario Bunge es miembro de Honor de ARP y uno de los promotores ideológicos de su Manifiesto Fundacional. Para este profesor, la pseudociencia tiene unas características muy claras. En sus propias palabras:
-Invoca entes inmateriales o sobrenaturales inaccesibles al examen empírico, tales como fuerza vital, alma, superego, creación divina, destino, memoria colectiva y necesidad histórica.
-Es crédula: no somete sus especulaciones a prueba alguna.
-Es dogmática: no cambia sus principios cuando fallan ni como resultado de nuevos hallazgos. No busca novedades, sino que queda atada a un cuerpo de creencias. Cuando cambia lo hace solo en detalles y como resultado de disensiones dentro de la grey.
-Rechaza la crítica, matayuyos normal en la actividad científica, alegando que está motivada por dogmatismo o por resistencia psicológica. Recurre pues al argumento ad hominem en lugar del argumento honesto.
-No encuentra ni utiliza leyes generales. Los científicos, en cambio, buscan o usan leyes generales.
-Sus principios son incompatibles con algunos de los principios más seguros de la ciencia. Por ejemplo, la telequinesis contradice el principio de conservación de la energía. Y el concepto de memoria colectiva contradice la perogrullada de que solo un cerebro individual pueden recordar.
-No interactúa con ninguna ciencia propiamente dicha. En particular, ni psicoanalistas ni parapsicólogos tienen tratos con la psicología experimental o con la neurociencia. A primera vista, la astrología es la excepción, ya que emplea datos astronómicos para confeccionar horóscopos. Pero toma sin dar nada a cambio. Las ciencias propiamente dichas forman un sistema de componentes interdependientes.
-Es fácil: no requiere un largo aprendizaje. El motivo es que no se funda sobre un cuerpo de conocimientos auténticos. Por ejemplo, quien pretenda investigar los mecanismos neurales del olvido o del placer tendrá que empezar por estudiar neurobiología y psicología, dedicando varios años a trabajos de laboratorio. En cambio, cualquiera puede recitar el dogma de que el olvido es efecto de la represión, o de que la búsqueda del placer obedece al «principio del placer». Buscar conocimiento nuevo no es lo mismo que repetir o siquiera inventar fórmulas huecas.
-Sólo le interesa lo que pueda tener uso práctico: no busca la verdad desinteresada. Ni admite ignorar algo: tiene explicaciones para todo. Pero sus procedimientos y recetas son ineficaces por no fundarse sobre conocimientos auténticos. Al igual que la magia, tiene aspiraciones técnicas infundadas.
- Se mantiene al margen de la comunidad científica. Es decir, sus cultores no publican en revistas científicas ni participan de seminarios ni de congresos abiertos a la comunidad científica. Los científicos, en cambio, someten sus ideas a la crítica de sus pares: someten sus artículos a publicaciones científicas y presentan sus resultados en seminarios, conferencias y congresos.
No cabe duda de que las características y apreciaciones realizadas por Mario Bunge son muy valiosas. Nos ponen en guardia ante determinadas maneras de hacer Ciencia que se sustentan más en entelequias vaporosas que en la ardua, pero necesaria, frialdad empírica. Ahora bien, un planteamiento de este tipo convierte en “pseudociencia” más disciplinas “científicas” y campos del saber de los que a primera vista pudiéramos considerar. El propio Mario Bunge señala: Una seudociencia es un montón de macanas (mentiras, embustes) que se vende como ciencia. Ejemplos: alquimia, astrología, caracterología, comunismo científico, creacionismo científico, grafología, ovnilogía, parapsicología y psicoanálisis. Al preguntarle en una entrevista acerca de cual era la pseudociencia más peligrosa Mario Bunge afirmó: La teoría económica estándar, porque sustenta las políticas económicas de los gobiernos conservadores y reaccionarios, que son enemigos del bienestar de la gente común.
Obligado a tener que calificar como pseudociencia todo aquello que se ajuste a los criterios formulados en su definición, Mario Bunge termina incluyendo en la lista a teorías de vanguardia como la supercuerdas o determinados postulados de la física subatómica. En otro orden de cosas, también este profesor considera que el determinismo genético de Dawkins, Pinker y Chomsky es más popular que nunca; un número creciente de físicos defiende que los ladrillos últimos del universo son los bits o unidades de información; muchos cosmólogos eminentes sostienen que el universo salió de la nada; la multimillonaria Templeton Foundation, cuya misión es unir la religión con la ciencia, acaba de concluir un acuerdo con la American Association for the Advancement of Science por el cual van a patrocinar juntos reuniones y seminarios sobre religión, ética y ciencia; hace dos décadas las universidades norteamericanas ofrecían unos pocos cursos sobre ciencia y religión, pero hoy son más de 1.000; la Food and Drug Administration, que está a cargo de la salud pública, tolera que miles de estafadores prometan por Internet curar enfermedades que la medicina aún no puede curar...
El doble rasero: pseudociencia entre los pseudoescépticos
Por lo tanto, la pseudociencia estaría mucho más extendida de lo que parece. Incluso habría penetrado en el propio Movimiento Escéptico Internacional. En una cena reciente de Mario Bunge ante los miembros más destacados de ARP, entre los cuales estaba Félix Ares de Blas como anfitrión, el profesor argentino les dirigió las siguientes palabras: Quiero proponerles una tarea que les va a arruinar la digestión. Esta tarea consiste en analizar críticamente la obra de los tres caballeros cruzados de la cruzada atea anglosajona: Gerald Dawkins, Steven Pinker y Daniel Dennet, muy promocionados por el Movimiento Escéptico norteamericano. Ellos son, según el propio Movimiento Escéptico norteamericano, eminentes científicos que están luchando contra la pseudociencia. La tesis que yo propongo es que esa es la Quinta Columna del movimiento escéptico. Que los tres son pseudocientíficos. Luego, animó a los comensales a que revisaran críticamente los postulados defendidos por dichos líderes del escepticismo estadounidense y fundamentó en extenso los motivos que le habían llevado a realizar tal llamamiento autocrítico.
(Video "clandestino" de Brunge criticando a algunos miembros del Movimiento Escéptico Organizado, grabado con teléfono móvil)
Mas críticas de Bunge a algunos pseudoescépticos en: http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/9642460/Mario-Bunge_-Dawkins-no-es-un-cientifico.html
Por lo tanto, bajo la consideración fundada de uno de los principales teóricos de la pseudociencia como es Mario Bunge, inspirador ideológico de ARP; bajo los propios criterios que esgrimen los autodenominados escépticos para identificar las falsas ciencias, resulta que la organización tiene al enemigo en casa justo en la cúpula misma del movimiento. ¿Reacciones al respecto? Al menos públicas ninguna. Es más aún, adalides de Círculo Escéptico como Mauricio Schwarz confiesan en su página web, sin ningún pudor, su admiración por Richard Dawkins: http://www.mauriciojose.com. De hecho, Dawkins recibió en 2009 un título de Doctor “honoris causa” por la Universidad de Valencia y nadie presionó al rectorado para que le retiraran tal galardón. Nadie creó listas negras ni se sintió indignado ante la mala imagen que pudiera ofrecer la universidad valenciana. Tampoco, Círculo Escéptico o ARP se han movilizado contra los cursos, seminarios, conferencias, etc. celebrados en el marco universitario y dedicados a las teorías de las supercuerdas; la teoría económica estándar; el determinismo genético de Dawkins, la psicología evolutiva de Pinker o las teorías cognitivas de Dennet. Simplemente, se entiende que la Ciencia, en todos esos casos, sigue su curso natural. Dará y quitará razones a través de los resultados obtenidos. Trasladar el debate desde los experimentos a la ideología, puede distorsionar la propia discusión y pervertir el sentido profundo de hacer Ciencia. Aún así resulta una postura comprensible desde el punto de vista de la Filosofía y la Teoría de la Ciencia. Lo que no resulta tan fácilmente justificable, es el doble rasero que se aplica para según qué pseudociencias, lo que viniendo de unas organizaciones, supuestamente escépticas, que deberían predicar con el ejemplo y ser inmaculadas en sus análisis de la realidad no deja de parecer chocante. Sobre todo, pone en evidencia el trasfondo real que anima a sus dirigentes. ¿Desean los miembros de Círculo Escéptico y ARP perseguir la pseudociencia en todas sus manifestaciones o sólo determinadas pseudociencias? ¿Qué les hace movilizarse para eliminar unas, mientras ellos mismos cobijan y fomentan otras? También en esto hay campo de investigación, aunque no sé si “paranormal”. Desde luego, algo extremadamente raro sí que parece.
Yo, en verdad, no tengo absolutamente nada claro que existan los fantasmas, la telepatía, la psicocinesis, los viajes astrales o los extraterrestres pilotando naves voladoras. Más bien mis creencias me llevan por sendas marcadamente terrenales y materialistas. Ahora bien, lo que sí tengo muy claro es que hay margen suficiente para estudiar académicamente todo el trasfondo –real o imaginario- que sustenta esos testimonios, experiencias y fenómenos. Un margen que puede revelarnos fraudes, explicaciones más convencionales o presentar derroteros nuevos para la Ciencia que, sin ser extraordinarios, aporten algunos componentes valiosos para el Saber humano. El esfuerzo puede valer la pena y, en verdad, arroja frutos aunque no sean los esperados a priori. Un buen ejemplo lo tenemos, desde hace una década, en los logros obtenidos por la llamada Psicología de las Experiencias Anómalas en el Departamento de Psicología de la Universidad de Londres.
Por el contrario, quien se dedica a abanderar la Ciencia torciendo voluntades, en lugar de hacer que las investigaciones sigan su cauce –sea este el que sea-, confía muy poco o nada en esa misma Ciencia que tanto parece vociferar. Es más, quien actúa de manera tan miope, debilita la Ciencia, porque no demuestra creer en ella. No hace Ciencia, sino ideología y partidismo interesado. Se apodera de él un mal entendido paternalismo, un afán de imponer su criterio antes de que los hechos, los datos y los experimentos dictaminen por sí mismos y pongan a cada uno en su lugar. Quien le pone muletas a la Ciencia y a los científicos, lejos de ayudarles, les está haciendo tambalearse por anticipado. Les está ayudando a caer en redes y organizaciones no académicas que no forman parte de la Ciencia aunque lo aparenten. Estos colectivos juegan la partida “científica” con naipes marcados: no demuestran ser autocríticos; no llevan la persecución de las pseudociencias hasta sus últimas consecuencias; prefieren la presión popular al debate y al contraste de ideas; no someten sus publicaciones y estudios a revisiones previas para garantizar los mínimos científicos exigibles; no rinden cuentas de su labor al mundo académico por las vías ortodoxas, etc.
Conviene siempre recordar que el escepticismo no es patrimonio exclusivo de una asociación. Es un atributo inherente al método científico. Quien pretenda secuestrarlo para convertirlo en un lobby de interés, equivoca el sendero a caminar. Intenta convertir en un Tribunal compuesto por “jueces” que nadie ha nombrado salvo ellos mismos, lo que debería ser una cualidad esencial que adorne a todo investigador por el mero hecho de serlo.
Juan José Sanchez-Oro
Objetivo: Las becas y el prestigio académico
ESTRANGULANDO LA LIBERTAD UNIVERSITARIA
Desde el vicerrectorado de extensión universitaria de La Coruña (1991), al Iltre. Colegio de Psicólogos de Valencia (1992), pasando por el rectorado de la Universidad Complutense (1992) o el de la Universidad de la Rábida (1997)… todos tienen en común que acogieron actividades académicas relacionadas con el misterio, y todas sufrieron un auténtico acoso, que en algunos casos llegó al chantaje, para que no celebrasen esas actividades sin contar con la colaboración o autorización del MEO. Pero algunos decanos, catedráticos y responsables de departamento, cansados de las presiones del MEO, que intenta acaparar todas las subvenciones para organizar eventos relacionados con lo paranormal, han dicho basta, denunciando al MEO. Estos solo son 2 ejemplos:
UNIVERSIDAD DE SEVILLA: Francisco Sierra Caballero, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, decidió celebrar los días 13 al 16 de unas Jornadas de Periodismo del Misterio por dos motivos. El primero según sus propias palabras por “seguir el principio de que ‘Nada de lo que es humano, debe de ser ajeno’ a la Universidad” y los contenidos tratados por el periodismo del “misterio” pertenecen, gusten más o menos, a “la cultura de masas” como el “periodismo rosa”, la teología, las creencias religiosas, los comics, las telenovelas…. El segundo motivo buscaba orientar a los alumnos de dicha facultad –futuros periodistas- acerca de los diferentes ámbitos y salidas profesionales que sus estudios podían tener en el panorama español. Circulo Escéptico se opuso públicamente a la realización de dicho evento y pidió la desconvocatoria del mismo. Observa Sierra Caballero que, además, recibió presiones informales de varios profesores mediante las cuales le manifestaban lo inconveniente que resultaba el tratamiento de tales cuestiones en la Universidad.
Subraya, Sierra Caballero que, paradójicamente, esos mismo docentes, en cambio, no ponían ninguna pega a abordar asuntos relativos a las cofradías y tradiciones de Semana Santa sevillana u otros aspectos de índole religioso con idéntica o mayores dosis de “misterio” que los temas protagonizados en las mencionadas jornadas. Para Francisco Sierra resulta obvio que la “Universidad debe debatir sobre cualquier aspecto de interés humano, siempre que se haga de manera académica y dichas jornadas lo fueron”. Siguiendo esas pautas, fueron invitados a dichas jornadas periodistas reconocidos, redactores de las principales revistas del sector junto con científicos y divulgadores universitarios que habían colaborado ocasionalmente en las publicaciones y medios de comunicación especializados en misterios.
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
Los días 24 al 26 de Marzo de 1998, el Colegio Mayor Pedro Cerbuna de la Universidad de Zaragoza acogió unas Jornadas Sobre Fenómenos Paranormales en las cuales participaron Iker Jiménez, Lorenzo Fernández, Francisco Contreras, y Bruno Cardeñosa, entre otros. La cita estuvo dominada por un ambiente crispado como consecuencia de la oposición a las jornadas manifestada por el catedrático de Paleontología Eustoquio Molina, que actuó en representación del grupo Alternativa Racional a las Pseudociencias. Ejerció presiones por diferentes vías sobre las autoridades universitarias y el director del Cerbuna y Catedrático de Derecho, D Fernando López Ramón para que aquellas charlas fueran suspendidas. Lo curioso del caso es que Eustoquio, en respuesta a su preocupación, fue invitado a participar en dichas Jornadas dentro de un debate que los organizadores le propusieron. Él rechazó la invitación, pero ARP solicitó una Jornadas propias en la universidad a modo de réplica con tres días de duración que se celebraron a comienzos de Abril. Durante la inauguración de las jornadas el Catedrático López Ramón abochornó a Javier Armentia, director de ARP, denunciando las presiones que había sufrido.
JJSO
(Mas información sobre lo paranormal en la universidad, ver EOC nº 56, pág. 48 a 56)
Las investigaciones “escépticas” que realizan los pseudoescépticos
EL M.E.O. ESPAÑOL EN ESTADISTICAS
Como muy bien cita Jesús García Blanca, en el recuadro de la pág. 46-47 (EOC nº 69), el MEO español se presenta en sus estatutos como organizaciones cuyo “compromiso será investigar de modo objetivo, siguiendo la metodología científica y la de las disciplinas humanísticas (...) sin aceptar ni descartar a priori explicación u opción alguna”. Esa declaración de intenciones, que les ha valido su infiltración en el ámbito universitario, y las generosas subvenciones para la organización de sus lucrativos congresos, publicaciones, cursos, etc, parece impecable. Así que decidimos buscar esas “investigaciones objetivas” sobre los supuestos fenómenos paranormales. ARP, primera organización del MEO en España, ingresó en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior el 12 de marzo de 1986, aunque ya existía un año antes con el nombre de ARIFO, así que suponíamos que existirían cientos, quizás miles de casos investigados por el MEO y resueltos de forma científica. Lamentablemente nuestra incompetencia como investigadores nos ha impedido encontrar ninguno. Apelamos a los lectores de EOC para que nos ayuden a encontrar algún caso supuestamente paranormal, investigado (resuelto o no) por el MEO.
Nosotros hemos escogido los 3 blog de más influencia en el pensamiento pseudoescéptico español, los redactados por J. Armentia, L. A. Gámez y M. Schwarz, los autores de referencia para todos los seguidores del pseudoescepticismo. Hemos analizado TODAS las entradas publicadas en 2011 (entre el 1 de enero y el 21 de noviembre, fecha en que cerramos la edición de EOC nº 69) y estos son los resultados.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGuGTw9TBc3HhKo8YorB4J2bvaa5qUHveQObmmhSJjpRwXjmY_pAGw_kOdRdncouT3cX9jGGkVTmq1XJw9VxOfMsrN5Mzermc8snM0KJk6HzFVJu10H_E2nOcQTyCiZU_rXUw1KA/s280/estadisticas.png)
No existe ni un solo caso supuestamente paranormal investigado, ni menos aún explicado, por ninguno de los máximos ideólogos del
MEO. Observamos sin embargo numerosas entradas contra eventos universitarios o iniciativas culturales municipales, que se atrevan a incluir temas relacionados con el misterio, no autorizados u organizados por el
MEO. Ahí Círculo Escéptico y ARP se reparten el pastel de las subvenciones al 50%. También observamos que la mayoría de las entradas son referencias a conferencias, libros, o programas propios (una auto publicidad totalmente legítima, por supuesto). Y sobretodo artículos de opinión, conjeturas, o plagios de artículos publicados en otros medios. Sorprendente la cantidad de fotos, videos, etc, plagiados de paginas o revistas sobre misterio, robados por los pseudoescépticos para ilustrar sus entradas. No podía ser de otra forma ya que nunca se desplazan a los lugares, para poder cuestionar dichos casos, y no tienen otra forma de obtener las ilustraciones.
Eso sí, encontramos multitud de entradas anticlericales (que no ateas ni agnósticas) que este año aumentaron con Jornada Mundial de la Juventud católica y el Día de la Blasfemia, con las que el MEO se movilizó activamente (especialmente Armentia). Una lucha encarnizada contra la homeopatía, con un ridículo “suicidio colectivo”, que pasó totalmente desapercibido por la prensa seria, marcó la constante de las “aportaciones” del MEO a la ciencia española en 2011. Pero de esas “investigaciones” sobre lo paranormal, que proclaman en su manifiesto inaugural, no hemos encontrado ninguna pista…
MAGONIA
Autor: Luis Alfonso Gámez (Periodista)
Entradas publicadas: 220
-Investigaciones personales: 0
-Ataques a eventos
universitarios o municipales: 17
-Publicidad de actividades propias: 65
Especulaciones, opinión: 138
EL RETORNO DE LOS CHARLATANES
Autor : Mauricio Schwarz (Sin titulación académica)
Entradas publicadas: 32
-Investigaciones personales: 0
-Ataques a eventos
universitarios o municipales: 7
-Publicidad de actividades propias: 5
-Especulaciones, opinión: 20
POR LA BOCA MUERE EL PEZ
Autor: Javier Armentia (Dtr. Planetario)
Entradas publicadas: 114
-Investigaciones personales: 0
-Ataques a eventos
universitarios o municipales: 8
-Publicidad de actividades propias: 58
-Especulaciones, opinión: 48
¿Son científicos los pseudoescépticos?
Examinamos ahora la bibliografía de los principales autores del MEO español, y descubrimos con sorpresa que, salvo uno, ninguno ha publicado ninguna obra científica, y que sus ingresos literarios, en el 90% de los casos, se deben a obras dedicadas a atacar lo paranormal, en las que tampoco encontramos ninguna aportación personal y ningún caso investigado por los autores más leídos y citados del MEO español…
-Félix Ares de Blas
Bibliografía científica: 0
Bibliografía antiparanormal: “La Sábana Santa, vaya timo” (Laetoli)
-Luis Alfonso Gámez
Bibliografía científica: 0
Bibliografía antiparanormal: “La cara oculta del misterio”. (Comares)
-Javier Armentia
Bibliografía científica: 0
Bibliografía antiparanormal: Director de la colección Vaya Timo (Laetoli)
-Miguel Ángel Sabadell Bibliografía científica: “El hombre que calumnio a los monos” (Acento)
Bibliografía antiparanormal: “Hablando con fantasmas” (Temas de Hoy)
-Ricardo Campo Pérez
Bibliografía científica: 0
Bibliografía antiparanormal: “Los OVNIs, vaya timo” (Laetoli)
Un autor recomendado por Schwarz desenmascara al “escéptico” más radical del MEO
MAURICIO-JOSE SCHWARZ: EL RETORNO DEL CHARLATAN
He aquí una de esas ocasiones en las que servidor de ustedes no entiende demasiado bien a ciertos personajes que se hacen llamar escépticos. Siempre y cuando tengamos en cuenta que escéptico es aquel que duda y no el que niega sistemáticamente, ni mucho menos el que predice el futuro sin más datos que el de su, visto lo visto, fallida “intuición”. Pero no nos adelantemos… Para que ustedes comprendan lo sucedido, ahí va un resumen.
El retorno de un charlatán
El pasado puente de Todos los Santos se celebraron en Mieres (Asturias) un par de conferencias que versaban sobre asuntos relativos a lo heterodoxo. Por un lado, Juan Miguel Marsella departió sobre “Misterio en las aguas”, y por otro, Juan José Sánchez-Oro lo hizo sobre “El Santo Sudario de Oviedo. Historia crítica de las reliquias”. Dichas ponencias formaban parte de un extenso programa de actividades de la XVI Semana de la Juventud de Mieres que duró, como su propio nombre indica, toda una semana, y que, más concretamente, fueron organizadas por una asociación juvenil del pueblo de Turón. ¿Dónde está el problema? Pues que un señor, de nombre Mauricio-José Schwarz Huerta, afincado en Gijón y perteneciente a la agrupación Círculo escéptico, puso el grito en el cielo en su blog El retorno de los charlatanes en el que, literalmente, llegó a expresarse en los siguientes términos:
“…saltarán al más allá con una charla de "Misterio en las aguas" a cargo de Juan Miguel Marsella Crisóstomo, a quien se presenta, por si alguien se lo cree, como "investigador" y presidente de la Sociedad Española de Amigos del Misterio y la Parapsicología, un club de desocupados al estilo de la patética SEIP, que es la que ha promovido el negocio de Las Caras de Bélmez®. El tal Juan Miguel Marsella Crisóstomo, por cierto, fue uno de los dirigentes del negocio Mundo Parapsicológico, de los hermanos Valentín y Pablo "Para ganar más dinero" Moreira, conocidos embusteros y censores (,,,) y después se llevará a cabo una mesa redonda sobre la realidad de los fenómenos paranormales. Uno, que ya se sabe la canción, supone que en esa mesa redonda habrá varios de estos personajes ávidos de atención y dinero sin trabajar que gustan de llamarse "investigadores"
¿Club de desocupados? ¿”Para ganar más dinero” Moreira? ¿Embaucadores y censores? ¿Uno que ya se sabe la canción? ¿Personajes ávidos de atención y dinero sin trabajar? El caso es que si se trataba de una misiva “escéptica” hacia unas charlas que aún no se habían producido, me parece que la descalificación personal no entra dentro de lo que podríamos denominar una crítica constructiva. ¿Acaso Mauricio sabe si Juan Miguel Marsella investiga? ¿Sabe cuál es el trabajo que desempeñan los miembros de la SEAMP para tildarles de “desocupados”? ¿Qué tiene aquí que ver Pablo Moreira? A quien, por cierto, el Sr. Schwarz criticó duramente por censurar ciertos comentarios en una entrada de su portal, cuando en el blog del propio Sr. Schwarz ni siquiera existe la opción a los mismos. Pero sigamos con las preguntas. ¿Acaso pertenecer, como fundador, a un portal que hoy día genera algo de dinero por publicidad, es sinónimo de lucro? ¿Percibe algo Juan Miguel Marsella del dinero que pueda generar por publicidad el portal Mundoparapsicológico.com? Y ya que estamos… ¿Carecen de toda publicidad las páginas de los autodenominados escépticos a los que tanto echa de menos Mauricio en la hipotética mesa redonda que iba a celebrarse? Puestos a citar ejemplos, aquí va uno:
Ver para creer. El Sr. Schwarz incluía anuncios de videntes en su propia web. Y aún así critica que Pablo Moreira haga lo mismo… Juzguen ustedes.
Seguimos. Mauricio ya se sabe la canción… ¿Qué canción? ¿La de los personajes ávidos de atención y dinero sin trabajar? ¿Acaso Schwarz sabe más que Marsella o Sánchez-Oro? Porque me consta que ambos fueron allí sin percibir ni un solo euro por sus intervenciones. Tan solo se les abonó parte de los gastos que genera un viaje a Asturias (desde Madrid). Lo cierto es que la capacidad adivinadora de Mauricio me tendría cautivado… si no fuese porque no dio ni una. Y hay antecedentes…
Tiran la piedra…
De hecho, se le invitó desde la organización de estas jornadas a esa mesa redonda donde él tanto echaba en falta a un “escéptico”, suponemos que de su nivel, y Mauricio rechazó el ofrecimiento. ¿Por qué? ¿Tenía, quizás, miedo a no encontrarse con una panda de desocupados que creyesen en la Bruja Lola? Porque lo que Mauricio quizá no supiera, era que uno de esos “personajes” es licenciado en geografía e historia, y que, entre otras cosas, ha realizado diferentes estancias en el Archivo Secreto Vaticano y la Biblioteca Vaticana. Y lo que es más interesante… Mauricio, en un reportaje propio publicado en la revista Quo, en el que se hablaba del programa Más allá de la vida de Telecinco, escribía lo siguiente:
El programa Dimen-sión Límite, dirigido y presentado por David Cuevas en la emisora madrileña RK20, se infiltró en el plató, entre el público. Demostraron cómo los responsables del programa recogen previamente informa-ción de cada uno de los asistentes, y que algunas partes del montaje se alteran o suprimen antes de emitirse.
Juan José Sánchez-Oro fue el infiltrado del programa de Dimensión Límite al que se refiere Mauricio. No hay mucho más que decir. Os aseguro que como responsable de dicho programa, ni Juanjo ni yo cobramos un solo euro. Ni por eso, ni por publicar nuestros trabajos en tantos y tantos medios gratuitos; ni por asistir a las jornadas donde se nos ha invitado para impartir conferencias. Cero euros. Y no solo eso, sino que la mayoría de las veces los gastos salen de nuestros propios bolsillos, al igual que los de Juan Miguel Marsella e incluso Pablo Moreira. Dudo mucho que el Sr. Schwarz pueda decir lo mismo. Solo cuando publicamos en una revista comercial, al igual que Mauricio con Quo, cambian, aunque no mucho, las tornas. De hecho, Mauricio se quedó a cuadros al enterarse del dato de Dimensión Límite en boca del propio Juan José, con el cual se puso en contacto telefónico poco después de publicar su entrada y de recibir una misiva de Juanjo pidiendo explicaciones.
Twittea, que algo queda…
El siguiente capítulo de esta historia, en estas líneas muy resumida y ampliada en el anexo de este artículo, continúa en Twitter. Y es que el Sr. Schwarz exponía esa misma noche comentarios como:
“Ataque concertado por la entrada (…) con trolleo en Facebook y llamada de un magufo dando la brasa. Mola cuando duele”.
“Mola cuando duele”. Inaudito. Ahora quedan bien claras las intenciones de Mauricio-José Schwarz con la entrada de su blog. Hacer daño. Y no lo digo yo… lo dice él mismo. Y eso que en la biografía publicada en su web también él mismo dice todo lo contrario:
“Nunca dañé a nadie voluntariamente (legítima defensa aparte)…”
Pero es que la cosa no acaba ahí, pues en dicho Twitter pueden también leerse comentarios como:
Para lo poco que uso “magufo”, y ahora me regañan por decirle así a un tipo que escribe en Enigmas y hace Alertas Ovni. Soy un caso…
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4mUs7xuh7U0055xdOUS6NWZyXbqnSuSZ_jNLUEMR4sU6ocWfJhSIkN36UYl8TyjbZQe59_Q_gw-mxnBjETl_HtWNF60rm-Bs8Bg2L84S8EfkBi1TldAl-6H9JlxPD593gTUc4uA/s1600/Mauricio+con+Maussan.JPG)
Curioso. Resulta que escribir en
Enigmas es de “magufos”, aunque sea para hacerlo, en co-autoría con quien esto escribe, en un reportaje
crítico con los orígenes de las caras de Bélmez. Es decir, juzga por el lugar donde publica y no por lo que se publica. Un argumento de lo más científico, sin duda. Pero es que, encima, parece que al Sr. Schwarz se le ha olvidado de repente el medio para el que él mismo publicaba. No era precisamente
Science, ni mucho menos
Nature… sino la revista mexicana
Contactos extraterrestres, en la que publicó codo con codo no precisamente con James Randi, sino con Jaime Maussan. Y como guinda del pastel, resulta que Mauricio se autodenomina periodista científico… cuando él mismo ha reconocido que jamás acabó carrera alguna. O al menos eso puede leerse en su propia autobiografía.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh-way65QxhmQc9yolrnOC86CzaGqLO8RfnTFjCwcBJ4AH1ls3cYHKBBovmnwTbgvwehpFfPXXLercPLlG7FjngUbwMssHMNhhfQURi6XL7wqutK3pTJfDU6h99JNnAdgJ-_pA3g/s400/img801+-+copia+%25283%2529.jpg)
¿Quién es ahora el que se las da de lo que no es? Porque, que yo sepa, Juan Miguel Marsella acude a los lugares donde parece haber misterio, entrevista a los testigos y se pasa noches enteras experimentando con la Transcomunicación Instrumental, lo cual nos puede parecer más o menos científico, pero al menos no se las da de periodista paranormal. La diferencia es que él se desplaza a los lugares y el Sr. Schwarz rara vez se despega de su silla. Por cierto, el que “hace Alertas Ovni” soy yo, no Juanjo. Y, hablando de hacer cosas, yo me pasé cinco años haciendo una carrera para licenciarme y llamarme periodista. Parece ser que hice el canelo… porque cualquiera se autodenomina hoy “periodista”, visto lo visto.
Ego, vergüenza ajena y un poco de pena
Y aunque él mismo eluda haber sido el responsable de realizar dicho artículo, con referencias autobiográficas que él y solo su entorno escolar pueden conocer, merece la pena prestar atención a los comentarios que hay al respecto por parte de algunos responsables de la mentada Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Discusi%C3%B3n:Mauricio-Jos%C3% A9_Schwarz No puedo resistirme a exponer aquí algunos de ellos:
01. Mauricio José ha ejercido labores periodísticas, pero hasta el momento no se ha acreditado licenciatura en periodismo ni estudios sobre ello en ninguna universidad, por tanto no puede considerarse periodista como tal.
2. Estoy bastante de acuerdo en que este artículo es autobombo puro y duro. Este individuo no tiene estudios ni se le conoce ninguna valía real más que escribir algún cuento y relato que presenta a concursos, hacer un blog y meterse con flipados de ovnis. Los bibliotecarios deberían considerar que no se permita tanto mamoneo personal por amiguismos.
03. Me parece muy correcto lo aportado por los anteriores comunicantes. Esta biografía está sin duda redactada por el interesado que por cierto no cita fuentes para confirmarlo. Tampoco ningún título académico lo que parece rarísimo. Baste ver los premios de patio de colegio que pone en el susodicho apartado. por citar solo algunos y sin menoscabo de los organizadores que merecen todo el respeto. Tiene más premiso que Cela:
- 2005: finalista en el 16º concurso fotográfico del Grupo Fotográfico Man Ray (En Internet no se habla para nada de semejante evento).
- 2002: 2º Premio en el Concurso de Fotografía Taurina de la Peña Taurina "La Bellota" (¿Porque no abrir una entrada para Javier Prieto Pertierra que ha ganado cuatro veces dicho premio?).
Luego añade menciones, y finalista y todo de premios desconocidos sin aportar prueba alguna. En fin, seriedad por favor. Lo más gracioso del tema es que en uno de sus blogs dice "Alguien puso mis datos en Wikipedia, demostrando que tal enciclopedia será muy democrática pero es un poco friki y permite que se incluya a cualquiera". Es el colmo del despropósito y la pregunta es: ¿Quién sería el autor y de donde sacaría la información que no se recoge en ningún lugar de Internet salvo aquí?
Poco más cabe añadir a este respecto. Juzguen ustedes. En definitiva, parece ser que la moda de intentar reventar, por parte de algunos autodenominados escépticos (y no sé cuantas cosas más), todo acto que lleve el sello del misterio, vuelve a la carga. Pero no pasa nada… pues les estaremos esperando. Y es que, al igual que ellos se ponen en contacto con los políticos responsables de dichos actos relacionados con estas temáticas, cuando no con los responsables de alguna que otra Universidad interesada en la divulgación heterodoxa, nosotros empezaremos a hacer lo propio con los responsables de las universidades en las que pretenden dar sus charlas “anti-magufas”, y no precisamente por amor al arte. Les remitiremos este y otros tantos escritos, algunos incluidos en este dossier de EOC, a los Decanos o Rectores de dichas entidades académicas, a ver que les parecen estos “científicos” (así como sus argumentos) que dicen querer salvar las pobres mentes de los interesados en lo heterodoxo en plena democracia. Será divertido…
David Cuevas
www.dimensionlimite.com
Ante la polémica entrada en el blog de Schwarz, Sánchez-Oro pactó con este la publicación de una réplica. Ya redactada, Schwarz alegó demasiada extensión, y Sánchez-Oro siguió las órdenes del pseudoescéptico, resumiendo así su derecho a réplica. Aún así, Schwarz manipuló el texto, impidiendo, una vez más, la defensa legítima del ofendido. EOC ofrece aquí la réplica original, de forma íntegra, para que sean los lectores los que saquen sus propias conclusiones:
Dado que este blog apuesta por el pensamiento crítico, pero tiene cerrada la posibilidad de incorporar comentarios públicos, me he visto en la necesidad de ponerme en contacto con Mauricio-José Schwarz para hacerle una serie de aclaraciones acerca de su última entrada. El Sr. Schwarz ha accedido amablemente a que replique algunas de sus palabras y desde aquí quiero agradecerle de corazón dicho gesto. Interpreto que varias observaciones y opiniones vertidas en ese post me aluden, si bien, no por mi nombre y apellidos, sí en la medida en que formaré parte de las próximas jornadas juveniles de Mieres. En ese sentido, tales consideraciones pueden resultar de algún modo lesivas para mi imagen personal. También para quienes me conozcan y puedan leerlas, así como para el propio acto al que he sido invitado a participar. El primer texto, en concreto, que merece mi comentario, sería el siguiente: Esto de "debatir" sobre fenómenos paranormales puede ser algo muy importante, sin duda, y sería estupendo que los jóvenes de Mieres --y del mundo-- pudieran estar expuestos a un debate así. Hablamos, claro de un debate real, que incluya tanto a quienes aseguran que existe la magia como quienes echan mano de la lógica, la ciencia y las evidencias para ponerlo en duda, de modo que el público tenga datos, hechos e información en lugar de propaganda de mareaditos que creen que ven fantasmas y graban sus canciones. Pero la palabra "debate" es trampa. Lo que habrá, al parecer, es una feria esotérica preternatural, una celebración ocultista destinada a promover entre los jóvenes asturianos la creencia en la magia, lo sobrenatural, la anticiencia, la antiinteligencia, y de paso la exaltación de vagos que se autonombran "investigadores" para que les aplaudan sus cómplices. A este respecto, me corresponde decir que yo seré uno de los tertulianos que participará en dicho debate sobre fenómenos paranormales. Este es un aspecto que el Sr. Schwarz desconocía según me comentó en conversación telefónica. Por lo tanto, juzgo una temeridad o pura especulación gratuita considerar que no estarán bien representadas diferentes posturas en dicha mesa redonda cuando aún no se sabe quiénes se sentarán a la misma. No me voy a colgar medallas acerca de qué clase de pensamiento crítico represento o dejo de representar. Si hay que militar en una determinada organización o no, para tener credencial de escéptico o dejar de tenerla. Eso es algo que cualquiera podrá juzgar durante mi intervención en la tertulia. Hasta ese momento, me parece precipitado e irreflexivo opinar sobre un posible debate “trampa” cuando los términos y los integrantes que formarán parte del mismo resultaban, en el momento en que lo escribió, desconocidos para el autor de esas líneas.
Durante nuestra conversación telefónica y en atención a sus preocupaciones, expresé al Sr. Schwarz mi deseo de que él pudiera tomar asiento en dicha mesa, bajo las condiciones que él estimara oportuno, para debatir con nosotros. Le dije que transmitiría dicha petición al organizador de la tertulia. Ahora ya puedo confirmarle al Sr. Schwarz que la organización ha aceptado ese deseo sin ningún inconveniente. Durante nuestro contacto telefónico el Sr. Schwarz, en principio, declinó el ofrecimiento. Está en su derecho hacerlo y lo respeto. Pero nunca consideré demasiado elegante “tirar la piedra y esconder la mano”. Si el Sr. Schwarz entiende que puede aportar más equilibrio al debate que cualquiera de los que allí estaremos presentes, aunque no sepa quiénes van a ser, le ruego que se incorpore a la tertulia. La invitación sigue abierta. El siguiente párrafo que merece, a mi juicio, cierta aclaración es el siguiente: Uno, que ya se sabe la canción, supone que en esa mesa redonda habrá varios de estos personajes ávidos de atención y dinero sin trabajar que gustan de llamarse "investigadores", atraídos probablemente por la banda de orates local GAIPO, viejo amigo de este blog, adoradores de Iker Jiménez, parte de Mundo Parapsicológico, allanadores (presuntos) de propiedad privada ajena e "himbestigadores" tan serios que confunden el chirrido de un tren en curva con un aterrador alarido proveniente del más allá. GAIPO ya parasitó las XV Jornadas de la Juventud en Mieres, con lo que su influencia, dada su cercanía con el sitio Mundo Parapsicológico, parece clara.
Según he podido informarme, no habrá ningún miembro de GAIPO en dicha mesa redonda. De hecho, ninguno de sus miembros participa en ningún aspecto de la organización de dicho acto. En lo referido a la frase personajes ávidos de atención y dinero sin trabajar que gustan de llamarse "investigadores", debo decir, por si pudiera referirse a mí, que mi presencia en dicho acto no será gratificada económicamente. La asociación que convoca el acto correrá únicamente con los gastos de transporte y estancia, no con los de manutención. Si bien nosotros desde el primer momento insistimos en que no hacía falta ni siquiera hacer ese desembolso. Dada la vehemente insistencia de los organizadores y, por nuestra parte, para reducir la cifra al mínimo posible, hemos optado por viajar juntos todos los participantes en la tertulia y las charlas desde Madrid en un mismo coche, así como dormir en una habitación compartida, estimándose el gasto total en unos 100 euros. Puedo asegurar al Sr. Schwarz que, por mi parte, no hay ningún inconveniente en renunciar a mi porción de esa cifra si, de verdad, lo cree conveniente. Del mismo modo, puedo afirmar que yo no gano económicamente ni un euro por pronunciar mi charla ni por estar en la mesa de tertuliano. Es más, mi permanencia en Asturias, como es lógico, conllevará algunos gastos que gustosamente saldrán de mi bolsillo. El tercer fragmento que merece alguna aclaración por mi parte es el siguiente: Lo que no habrá en los alrededores serán científicos, críticos de la creencia en lo paranormal, promotores del pensamiento cuestionador, escéptico y cauto, informadores que conozcan y difundan los datos sobre verdaderas investigaciones que dejan en ridículo los cuentos de estos vivillos. En vez de ello, todos de acuerdo, concluirán que los fenómenos paranormales son reales y se irán de cañas... y algunos jóvenes del público quedarán convencidos de que eso es real aunque duden, como marcan los cánones, de la eficacia de las vacunas, de la inocuidad de la telefonía móvil, de los transgénicos, de la evolución, del calentamiento global, de la ciencia, el conocimiento y la tecnología.
De nuevo, me parece muy temerario e irreflexivo aventurar el balance y conclusión de un debate cuya realización no se ha producido todavía y del que se ignoraban, en el momento en que fueron escritas dichas líneas, quiénes iban a formar parte de él. Dado que formaré parte de dicho debate y se afirma que no habrá allí sentados científicos, críticos de la creencia en lo paranormal etc, etc… me siento calificado gratuitamente y de manera peyorativa. Asimismo lo pueden entender, también, quienes sepan de mi presencia en dicho acto y lean tales líneas. Desconozco en qué parte de mi currículum académico o profesional puede encontrarse algo que dé muestras de mi falta de talante científico, crítico, cauto, etc. Sobre todo, en aquellos trabajos publicados de asuntos históricos en los cuales me puedo sentir más competente. Incluso en mis colaboraciones radiofónicas que, gratuitamente, vengo realizando desde hace un par de años. Supongo que hay muchas formas de ser crítico y, lo que es más importante, muchas formas de hacer crítica para que llegue a oídos de todos, no solo de quienes ya lo son (que seguramente no lo necesitan), sino de aquellos que no lo son, pero pueden llegar a serlo. En esa manera de hacer crítica, me gusta el diálogo sereno y la pedagogía razonada con todos y para hablar de todo con verdadera pasión y firmeza, pero sin burla ni insulto. Esta es mi opción personal e ignoro si por ello ya debería ser rechazado como escéptico, cauto, científico… Por tal motivo, no encontré ningún inconveniente para participar en la mesa redonda.
Una aclaración final que no me atañe directamente como las anteriores, pero sí al acto en el que participo. No se trata de unas ”jornadas paranormales”. Cualquiera puede conocer el programa de esa semana para la juventud y comprobar que las dos charlas y la mesa redonda son dos actos más y casi diría que menores en su capacidad de convocatoria o al mismo nivel que otras muchas actividades que serán celebradas esos días: talleres, exposiciones, charlas de salud, Internet, competiciones deportivas, conciertos, etc. El hecho de que esas dos charlas y la mesa redonda hayan sido destacadas por la prensa dentro del conjunto, obedece pura y exclusivamente al criterio informativo de los periodistas que así lo han publicado. No hay que confundir al “medio” con el “mensaje” porque nos podemos llevar algunos traspiés especulativos. El “mensaje” completo está en el programa de las jornadas y a él remito para quien lo quiera juzgar por sí mismo: http://www.larryrunner.com/2011/10/xvi-semana-de-la-juventud-de-turon.html.
Por último, quiero decir que ni siquiera es seguro que se celebre la tertulia sobre fenómenos paranormales (NdA: Como finalmente así fue). Así figura literalmente en los carteles de promoción de dicho acto. Por lo tanto, difícilmente se puede aceptar que un ayuntamiento apueste por “lo paranormal” cuando el acto que supuestamente lo avalaría no tiene su celebración garantizada. En cuanto a mi charla, esta versará sobre el “Sudario de Oviedo”, tema que voy a abordar desde el más estricto enfoque de historiador medievalista, así que tampoco la considero encuadrable dentro de la materia “paranormal” como parece deducirse de las palabras del Sr. Schwarz. Reitero mi agradecimiento más sincero al Sr. Schwarz por abrirme las puertas de su bitácora y darme la oportunidad de comentar determinados puntos de su escrito que, a mi juicio, merecían más aclaración que la ofrecida originalmente. Creo que de este modo, el lector podrá formarse una opinión más completa acerca de este asunto. Mil gracias.
Juan José Sánchez-Oro Rosa
www.tocando-el-arpa.blogspot.com
El fraude del Movimiento Escéptico Organizado Fundamentalismo científico: una forma de pseudociencia
El fundamentalismo científico consiste en la actitud de poner la ciencia y la opinión de los científicos como verdades incontrovertibles. Sus principales representantes no son charlatanes o periodistas que escriben sobre la ciencia, muchos fundamentalistas científicos son científicos de prestigio. La palabra Fundamentalismo tiene un significado similar a Radicalismo. El fundamentalismo es la fidelidad a los fundamentos de la teoría, la ideología o creencia. El radicalismo viene de la palabra “raíz” que también tiene el sentido de fundamento. Etimológicamente hablando los adjetivos “fundamentalista” y “radical” pueden ser positivos. Pero el sentido que estas palabras tienen hoy en día es despectivo. Ser fundamentalista o radical significa defender una idea de manera estrecha e irracional, sin ajustes, atacando a cualquiera que discrepe de ella. Entre las fundamentalismos destacan hoy el religioso, el político y el científico. El fundamentalismo religioso moderno se caracteriza por una interpretación literal de los textos sagrados (la Biblia y el Corán, respectivamente, para el fundamentalismo cristiano e islámico). El fundamentalismo político está marcado por el intento de aplicar las ideologías políticas y sociales por medios no democráticos, tales como golpes de Estado, el exterminio de grupos sociales, secuestros de personalidades, etc. En el fundamentalismo científico lo que llama más la atención es el intento de calificar como perfecta a la ciencia y descalificar a cualquier conocimiento no científico.
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El procedimiento adoptado por teólogos y políticos en la lucha contra el fundamentalismo religioso y político consiste en mostrar los principios de sus respectivas religiones y las políticas. Los científicos y los asesores de la ciencia deben seguir los mismos pasos para desenmascarar el fundamentalismo científico. Explicar lo que es ciencia, desmontar el discurso fundamentalista. ¿Qué es la ciencia?
La ciencia y el método científico
Sin la intención de proporcionar una respuesta definitiva, la ciencia es el conocimiento obtenido a través del método científico. Esta respuesta puede parecer ingenua, pero recuerda que la ciencia es metódica. Si bien es cierto que la aplicación del método científico es muy amplia también lo es que no hay “ciencia alternativa” o ciencia “fuera de la ley”. Pero ¿cuál es el método científico?. Hay muchas definiciones del método científico. Una vez más, sin grandes pretensiones de dar respuestas definitivas, el método científico puede definirse como el desarrollo de hipótesis para explicar ciertos fenómenos, seguido de recogida de datos experimentales para confirmar o negar cada hipótesis. El conjunto de hipótesis confirmadas forma el conocimiento científico. Para ilustrar la ciencia y su método se puede mencionar la “ley de caída de los cuerpos” y la “teoría atómica”. El filósofo griego Aristóteles (siglo IV a. C.) creía que los cuerpos pesados caen más rápido que los ligeros. Ya Leonardo da Vinci (s. XV y XVI) propuso la hipótesis de que el peso no afecta a las velocidades de caída de los cuerpos. Es la resistencia del aire lo que podría hacer caer más suavemente o incluso sostener un cuerpo. Mediante este principio, da Vinci diseñó (sin construirlo) el paracaídas, el helicóptero y varias máquinas voladoras. También propuso una fórmula matemática para describir cómo la velocidad de caída de los cuerpos variaba con el tiempo en ausencia de resistencia del aire. Otro italiano, Galileo Galilei (XVI y XVII), hizo varios experimentos con diferentes pendientes. Él probó y confirmó experimentalmente la hipótesis de Leonardo. Pero los experimentos también revelaron que la fórmula para la velocidad de Leonardo estaba equivocada. Galileo propuso otra fórmula que los experimentos confirmaron. Galileo es considerado como uno de los primeros científicos en la historia, alguien que usó el método científico para extraer sus conclusiones. Leonardo fue también un brillante observador de la naturaleza, pero carecía de la precisión metódica de Galileo.
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Los filósofos griegos Leucipo de Mileto y su discípulo Demócrito de Abdera (s. V y IV AC) postularon que todas las cosas se componen de partículas indivisibles, en griego, los átomos. El filósofo Epicuro perfeccionó la filosofía atomista, pero después de que las ideas de Aristóteles se hicieron más populares, el atomismo fue abandonado. Retomado por los filósofos árabes y posteriormente por algunos alquimistas, el atomismo se mantuvo como una tesis filosófica. Fue el inglés John Dalton (siglo XIX) quien admitió la idea de los átomos como una hipótesis a probar científicamente. Mediante el análisis de experimentos en los que participaron la difusión de gases en líquidos y medición de la presión en las mezclas de gases, Dalton confirmó la hipótesis de que toda la materia estaba compuesta de partículas. Como los experimentos de su tiempo no demostraban que estas partículas podrían dividirse, los llamó átomos. Experimentos posteriores revelaron que la partícula de Dalton no era indivisible. La partícula descubierta por Dalton siguió llamándose “átomo”, pero se ha descartado la hipótesis de que sea indivisible. Pero, volviendo al tema de este artículo, el fundamentalismo científico deja de lado la posibilidad y necesidad de la experimentación y la revisión de las hipótesis mediante otros experimentos. No todas las hipótesis se pueden probar experimentalmente. Por ejemplo, suponiendo que Dios existe, ¿cómo hacer un experimento para probar esta hipótesis? La ciencia no puede afirmar o negar la existencia de Dios. Cuestiones de carácter religioso en general, no pueden abordarse por la ciencia, ser confirmadas ni desmentidas. Tampoco todas las hipótesis que puedan ser sometidas a las pruebas lo son, ya sea por razones tecnológicas, por ejemplo el costo financiero del experimento. Para citar un ejemplo famoso, Einstein propuso los principios de lo que sería el láser en 1916. Pero el experimento sólo pudo hacerse en 1953.
Incluso hipótesis que hayan sido sometidas a prueba y comprobadas pueden ser descartadas, al menos parcialmente, por los nuevos experimentos. Todo el conocimiento científico de hoy “puede” simplemente estar equivocado. Nuevos experimentos pueden revelar que las hipótesis se confirmaron porque los aparatos experimentales no eran tan precisos. Por ejemplo, la ley de la caída de los cuerpos de Galileo sigue siendo confirmada en experimentos, cerca de la corteza terrestre. La indivisibilidad del átomo de Dalton fue desestimada mediante más experimentos. Un periodista o escritor que presenta un tema científico sin hacer referencias a la experimentación, incluso cuando se trata de hechos debidamente probados, no está haciendo comunicación científica, sino que ¡Está contribuyendo a la difusión del fundamentalismo científico!
Precedentes históricos
El fundamentalismo científico no es un fenómeno nuevo. El mismo Galileo Galilei, que tan rigurosamente puso a prueba su hipótesis, trató la afirmación de que la Tierra gira alrededor del sol como una verdad absoluta. El papa Urbano VIII, considerado por la Iglesia Católica Romana como representante terrenal de Jesucristo (llamado el “Galileo” en algunas secciones de la Biblia), comprendió mejor que Galileo Galilei el carácter no-fundamentalista de los conocimientos científicos. El Papa propuso a Galileo Galilei presentar la hipótesis heliocéntrica, que simplificaba los cálculos astronómicos. La visión de este Papa encaja en la descripción del movimiento dependiente del punto de referencia. En referencia a la Tierra es el sol el que se mueve. Sin embargo, la amplia visión de Urbano VIII no era la misma que la de los inquisidores, pero esa es otra historia … Así como Galileo Galilei, otros científicos de reconocido prestigio han adoptado una postura fundamentalista. John Dalton rechazó la idea de que había partículas más pequeñas que el átomo, nunca Albert Einstein aceptó los postulados de la mecánica cuántica, etc.
Fundamentalismo científico y Pseudociencia
Uno de los objetivos de la divulgación científica es denunciar las ideas que se presenten como científicas sin serlo. El término genérico que se da a estas ideas es pseudociencia, donde el prefijo griego “pseudo” significa falso. Por lo general, sólo las teorías presentadas por los charlatanes se clasifican como pseudociencia. Citando ejemplos de populares teorías pseudo-científicas, tendríamos que la realidad es el producto de nuestra conciencia (como lo prueba la mecánica cuántica), que el agua puede grabar nuestros estados emocionales y la congelación del líquido proporciona evidencia de ello, que el agua en contacto prolongado con imanes adquiere poderes curativos, la teoría de diseño inteligente, creacionismo, la teoría de la Tierra Hueca, el origen atlante de los indo-europeos, etc. No existen pruebas de ninguna de estas hipótesis. Y mucha gente deshonesta saca grandes ganancias con estas teorías, mediante la venta de libros, la documentales, etc. Pero ¿por qué poner fin a este texto sobre el fundamentalismo científico hablando de la pseudociencia? Debido a que el fundamentalismo científico podría ser clasificado como pseudociencia.
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Al hacer declaraciones polémicas como “Dios no existe”, “la religión es perjudicial para la humanidad”, “no hay vida después de la muerte ni en otros planetas” entre otras, los fundamentalistas se hacen famosos y ganan espacio en los medios de comunicación. Todos los activistas anti-religiosos se unen a ellos y la ciencia se presenta como la verdad de que vino a barrer todas las creencias. Por el bando contrario, los fundamentalistas religiosos se unen para desafiar a los fundamentalistas de la ciencia y presentar a la ciencia actual como algo diabólico. Interminables debates surgen en los que nadie quiere oír, sólo palabras. Explota así el odio irracional que es incompatible tanto con el amor predicado por la religión como con la razón defendida por la ciencia. Todos los fundamentalistas agrandan su respectiva audiencia. Todos ganan, excepto la ciencia.
Mostrar el fundamentalismo científico como pseudociencia es difícil, precisamente porque el primero suele atacar a la segunda. Algunas de las características de la pseudociencia que caracterizan también el discurso fundamentalista son:
-Respuestas rápidas a preguntas que ni siquiera pueden ser probadas experimentalmente, tales como la especulación en los dilemas religiosos, filosóficos, etc.
-Presentación de la ciencia como el conocimiento último, haciendo caso omiso de la evolución histórica de éste.
-La omisión de los fundamentos filosóficos de la ciencia o cualquier reflexión sobre ellos como las presentadas por Karl Popper, Thomas Kuhn, Feyerabend Paul, Gaston Bachelard, etc.
-Presentación idealizada de los científicos como hombres sin creencias, sin ideología, sin intereses políticos e imparciales, cuyo único punto de partida de sus declaraciones en la ciencia.
A pesar de todo lo escrito en éste texto, la gran dificultad en el trato con el fundamentalismo científico no está en su caracterización. La tentación narcisista del científico y del divulgador de presentarse como el sabio que tiene las respuestas es la base del fundamentalismo científico. Y tal vez la victoria sobre estas tentaciones algún día será alcanzado por la ciencia misma.
Dr Leonardo Sioufi Fagundes dos Santos
Doctor en física por la USP. Profesor de física en la Universidad Federal de Sao Paulo (Brasil) e investigador del Núcleo de Estudios en Física y Química Computacional (NEFIQC) y CEFET/MG.
“Vulgares charlatanes” pseudo-escépticos, condenados de nuevo
EL CASO CAMPILLO CONTRA CUARTEROEn octubre de 2009 el blog de Luis Alfonso Gámez arremete contra la 2ª edición del congreso benéfico “Vida después de la Vida”, en el Paraninfo del Campus de Albacete de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM), con la participación del Dr. Raymond Moody y la Dra. Marilyn Rossner. A pesar de que el Dr. Moody es médico psiquiatra, doctor en psicología y licenciado en filosofía, y la Dra. Rossner es profesora de Educación Especial en la Univer-sidad Vanner de Montreal (Canadá), especializada en Psicoterapia Infantil, el hecho de que la segunda, además, sea una creyente y practicante espiritista, era suficiente argumento para que Gámez, maliciosamente, calificase despec-tivamente a toda la organización y participantes de “espiritistas”. Decimos maliciosamente porque Gámez si conoce el intachable currículum académico de la organización y los participantes al evento, pero ocultó esta información a sus seguidores, que a partir de ese momento calificarían el evento de una reunión de “charlatanes”, “estafadores” y “farsantes” espiritistas. Gámez también ocultó que la transparencia de Rafael Campillo, en todos los eventos organizados por él, siembre benéficos y sin ánimo de lucro, llega al punto de hacer públicos todos los gastos y gestión económica de dichos eventos, en internet. Como en los eventos anteriores, cualquiera puede consultar las cuentas de estos congresos, y seguir la pista del dinero, hasta sus destinatarios en sendas organizaciones humanitarias, en este caso a través de http://www.forodehellin.es/seminario09.htm, http://www.forode hellin.es/Gastos.htm, etc, tal y como detallamos en EOC nº 67. Ahí se especifica como, a pesar de los enérgicos esfuerzos del MEO por evitarlo, el proyecto de la ONG IIIHS recibió 10.974 euros, y la Congregación de las Misioneras de la Caridad y la Providencia, otros 10.974, gracias a este congreso. ![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDQlshPvfwCb-jeSLvhLr9yKRjVpLzuJlSlHLSz22IZadHgWZih3mLsajsnbC1gLp8ttBk2yggIRWMECGhHEXT6xTxCt7EMO0iyzlF_WfuchXn0FJVlc3QQVizrjelJQDNWMh8Dw/s280/Sin+t%25C3%25ADtulo.png)
Todos esos datos son ocultados por Gámez en el artículo que publica el 19 de octubre, arremetiendo contra la UCLM, por permitir un evento benéfico sobre fenómenos anómalos en sus instalaciones, y azuzando al Movimiento Escéptico Organizado para tomar medidas de presión, como en todos los actos universitarios que traten de forma directa o indirecta lo paranormal, sin contar con su autorización y/o participación. Los seguidores de Gámez comienzan a presionar a la Universidad y el 22 del mismo mes Gámez publica en su blog el artículo “Quitan el logo de la Univesidad de Castilla-La Mancha de un seminario espiritista tras las quejas del profesorado”. En ese artículo se incluye la publicación de una carta personal, dirigida al Vicerrector del campus albace teño,escrita por el profesor Fernando Cuartero, donde se queja del uso del paraninfo en esta actividad benéfica, y del uso del logotipo de UCLM, pidiendo la anulación total del congreso. En dicha carta, publicada (y alentada) por Luis Alfonso Gámez, se incluye la siguiente frase: “Este tipo de vulgares estafadores, por el módico pago de unas tasas, obtienen, mediante una mala práctica, un pretendido amparo académico que es completamente falso”. El 3 de noviembre, Campillo, responsable de la organización de este y otros congresos benéficos y no lucrativos, remite una carta a Cuartero, invitándole a rectificar sus ataques gratuitos e injustos.
Al no obtener ningún tipo de respuesta del profesor Cuartero, Campillo apela a su derecho a réplica en el blog de Luis Alfonso Gámez, pero el líder del Círculo Escéptico, como en otros casos similares, se abstiene de responder los correos de Campillo, y por supuesto de concederle un derecho a réplica ante los grabes insultos que le son proferidos en su blog, y la acusación de haber cometido un delito de estafa con la organización de los congresos benéficos. En vista de la negativa de Gámez, de conceder derecho a réplica, Campillo decide hacer uso de la sección de comentarios del blog de Gámez, como un visitante más, publicando entre dichos comentarios, en los que se producen insultos y desprecios todavía mucho más soeces contra el congreso, que se define sistemáticamente como una “reunión” de “estafadores” y “espiritistas”, de la carta que ha enviado a Cuartero. Campillo publica la carta, intentando dar a conocer sus argumentos, en las tres entradas del blog de Gámez en las que se arremete contra los “vulgares estafadores” reunidos en el congreso benéfico. Pero en cuanto Gámez se da cuenta de la presencia del documento remitido por Campillo, lo borra también de la sección de comentarios, argumentando: “repetición de mensaje”. Pero todavía hoy existen comentarios en las tres entradas de Gámez, que hacen alusión a la carta de Campillo, que certifican que el líder del Circulo Escéptico censuró a Campillo hasta ese ínfimo derecho a defenderse, publicando un mensaje en las tres entradas en las que se le acusaba de estafador. Esta es la carta censurada por Gámez:
La organización del Congreso Vida Des-pués del la Vida facilitó a EOC las cartas de varios profesores de la UCLM que escribieron al Vicerectorado en de-fensa del interés cultu-ral del evento. El Para-ninfo de la UCLM ha sido alquilado en otras ocasiones para eventos mucho más cuestio-nables. EOC da fe de la existencia de dichas cartas, pero los profe-sores que las redacta-ron temen la represa-rías del MEO rogando anonimato. Por ahora.
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Antes de verse empujado, ante la imposibilidad de defenderse en el mismo lugar donde era insultado, a interponer una querella contra el Profesor Cuartero, Rafael Campillo decide quemar un último cartucho en pos de llegar a una resolución del conflicto, sin necesidad de llegar a juicio. Y así, se cita al profesor Cuartero a una demanda de conciliación en los Juzgados de Albacete el dia 28 de diciembre de 2009, a la que acude sin la intención de rectificar sus declaraciones. Para entonces el MEO ya había convertido a Cuartero en un símbolo de su inamovible intención de boicotear todo evento universitario que trate las anomalías, sin contar con su aprobación y/o participación. Para entonces el perfil de facebook de Cuartero y el blog de Gámez rezuman mensajes de aliento y apoyo al profesor para que siga adelante en su calificación de “vulgares estafadores” a los organizadores y articipantes en un congreso benéfico sobre lo paranormal .
Ante la negativa del Profesor Cuartero a rectificar en sus insultos, se presenta una querella criminal contra el mismo, el 22 de febrero de 2010, dentro de los plazos establecidos por la Ley. Finalmente el Juzgado nº 1 de Albacete la admite como juicio de faltas, considerando que las declaraciones de Cuartero no son constitutivas de delito penal. El juicio se celebra el 25 de mayo de 2010, y la titular del Juzgado nº 1, Dña. Otilia Martínez Palacios, dicta sentencia en primera instancia el 19 de julio de 2010 por falta de injurias, condenando al Fernándo Cuartero a pagar las costas procesales, y además a una multa simbólica de 204 euros, dejando abierta, como así indicó el abogado de Campillo, la vía civil. La sentencia debió caer como un jarro de agua fría tanto al profesor Cuartero como al círculo de pseudo-escépticos que lo venían defendiendo y que contaban con una absolución asegurada. En Facebook se crea el grupo llamado “Apoyo al Profesor Cuartero” en el que se insiste en mantener los ataques a Campillo y a todo evento similar a los por el organizados, y en los que Cuartero se presenta como un mártir de la ciencia, comparándose a si mismo con Servet o Galileo (¿?)
La prensa nacional e incluso internacional (Chile, Italia, Brasil, etc), se hace eco de la condena del profesor Cuartero por injuriar a los organizadores del congreso benéfico, aunque en la mayoría de las crónicas se falsifican unas inexistentes declaraciones de Rafael Campillo. Algunos, amparándonos en la práctica habitual del MEO de falsificar mensajes de investigadores de las anomalías en sus foros, para luego poder rebatirlos, sospechamos que las haber sido realizadas por Gámez o alguno de sus seguidores, para luego poder utilizarlas comoargumento contra el mismo, tras falsear su identidad.
El 9 de noviembre de 2010 los abogados de Fernando Cuartero presentan recurso de apelación en la Audiencia Provincial de Albacete contra la sentencia pronunciada por la jueza decana del Juzgado nº 1 de Albacete, Dña. Otilia Martínez. El argumento del recurso se sustenta en un defecto de forma, el hecho de que las faltas por injurias (publicadas el 22 de octubre de 2009) habían prescrito ya el día en que se celebró el juicio (25 de mayo de 2010). Habiendo transcurrido seis meses, y según Ley, los abogados de Cuartero argumentan que no ha lugar a juzgar los insultos de su cliente, habiendo prescrito el periodo estipulado para ello, a causa de un error judicial, que estableció la fecha del juicio fuera de plazo. Así lo entendió la sentencia 227/2011 de la Audiencia, anulando la anterior.
En su foro de Facebook, Cuartero, presidente de Ateos de Albacete, reconoce que salió bien librado del proceso “de penalti”, ya que prefirió agarrarse al recurso del error de los juzgados, antes de aceptar la condena. Por supuesto, a fecha de hoy, el Profesor Cuartero y Luis Alfonso Gámez, todavía no han conseguido demostrar que Rafael Campillo cometiese ningún delito de “vulgar estafa” nunca. Sin embargo la titular del Juzgado nº 1 de Albacete se ratifica en su conclusión de que las afirmaciones de los pseudoescépticos no eran más que vulgares injurias… C.V.D.V./EOC
ANEXOS:
1:LA FALACIA DEL “PREMIO A QUIEN DEMUESTRE …”
Todos lo hemos escuchado en alguna ocasión. En la mayoría de debates, conferencias o polémicas sobre lo paranormal, los miembros del MEO argumentan que la Fundación Randi ha ofrecido un premio de 1.000.000 de dólares, a quien pueda demostrar (según su criterio) que lo paranormal existe. El impacto psicológico de esta afirmación en la audiencia suele ser demoledor, y su repercusión publicitaria altamente rentable. Pero los el movimiento pseudoescéptico organizado no ha sido el único colectivo que se ha dado cuenta del efecto propagandístico de este recurso…
1.000 ₤ A QUIEN DEMUESTRE QUE EL SIDA EXISTE: En diciembre de 1995, la revista Continuum, una especie de órgano semioficial de escépticos que no creen en la existencia del SIDA, estableció un premio de 1000 libras esterlinas a “la primera persona que encuentre un artículo científico estableciendo el aislamiento del VIH”, es decir, a quien demuestre que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana existe. La convocatoria del premio comienza con esta provocación “Blind romantics still believe HIV causes AIDS”). Posteriormente, otras organizaciones , como el grupo español Centro Orientativo de Bio-Regeneración Aplicada (C.O.B.R.A.), han promovido hasta ocho convocatorias similares desde 1996. El premio a quien demuestre que el SIDA existe, continúa tan desierto como el de la Fundación Randi, pero la provocación mediática que suscita se ha traducido en una gran publicidad para ambas fundaciones.
1.000.000 $ A QUIEN DEMUESTRE QUE NO EXISTE EL MAS ALLA: Victor James Zammit , abogado de la Corte Suprema de Nuevo Gales y de la Corte Superior de Australia, es el autor del libro de distribución gratuita: “El caso de la vida después de la vida”, en el que pretende reunir todas las evidencias de la supervivencia a la muerte, desde el punto de vista del derecho, y aplicables a un Tribunal de Justicia. Tan seguro está Zammit de sus argumentos, que presentó ante notario un cheque de 1.000.000 de dólares como premio a quien puede aportar una sola evidencia de que no existe vida después de la muerte.
50.000 $ A QUIEN DEMUESTRE QUE EL HOLOCAUSTO EXISTIÓ: El Institute for Historical Review ((Instituto para la revisión histórica, conocido por sus siglas en inglés IHR), fue fundado en 1978, en Estados Unidos, por William David McCalden, Willis Carto, Harry Elmer Barnes y A. J. Taylor. Es una asociación académica con sede en California, que constituye el principal centro del revisionismo histórico y se dedica a retar públicamente la veracidad histórica del Holocausto. En 1980 ofrecieron un premio de 50.000 dólares a quien pudiese aportar alguna evidencia de que “al menos un judío había sido gaseado en un campo de concentración” y 25.000 dólares más si alguien podía probar que el Diario de Anne Frank era auténtico. La provocación del premio IHR, alentada por todas las organizaciones neonazis y revisionistas del mundo, se tradujo en una impagable publicidad internacional, mucho más valiosa que esos 50.000 $.
2: ¿Sabias que…?
Como contrapartida al CSICOP, se creó hace poco el Comité Científico para Evaluar las Criticas Pseudo-escépticas en contra de lo Paranormal (SCECOP), integrado por investigadores profesionales y amateurs de asuntos de misterio. Cuenta con el apoyo del premio Nobel de Física Dr. Brian Josepson. Su web es: http://www.debunkingskeptics.com
El "escéptico" profesional norteamericano llamado Richard Wiseman publicó una crítica reciente en contra de la investigación experimental en parapsicología. Chris Carter, creador de la serie Expediente-X y autor del libro "Parapsychology and the Skeptics" publicó recientemente en el Journal of the Society for Physical Research una refutación del artículo de Wiseman, documentando la hipocresía de sus argumentos que puede consultarse en: http://www.sheldrake.org/D&C/controversies/Carter_Wiseman.pdf
Recientemente el conocido pseudoescéptico y mago James Randi se vió obligado a reconocer que había manipulado datos con objeto de desacreditar, sin pruebas, las investigaciones del bioquímico y fisiólogo Rupert Sheldrake: http://www.sheldrake.org/D&C/controversies/randi.html
Es lógico y razonable que los pseudoescépticos no inviertan tiempo, esfuerzo ni dinero en investigar fenómenos que, a priorí, consideran inexistentes. Las pocas veces que han aceptado poner a prueba sus prejuicios sobre estas materias, han resultado dolorosamente escaldados. El caso del reto interpuesto por el pseudo-escéptico Michael Shermer al astrólogo Jeffrey Armstrong (que concluyó con un 77% de aciertos en los 137 experimentos) dejó un amargo sabor de boca en el CSICOP. El vídeo del reto esta accesible en: http://www.youtube.com/watch?v=3N1dIUTbZTo&feature
3: “Todo lo juzgan, a todos insultan”
Este es el título de un brillante artículo publicado en El Pais, el 16 de octubre de 2011. En el se hace una selección de los mayores insultos, faltas de respeto y difamaciones gratuitas vertidos en los medios españoles por influyentes divulgadores, y recogidos en el libro “Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna”, de Jose Mª Izquierdo.
Entre las frases más duras, Izquierdo destaca las de Cesar Vidal, compañero de los influyentes pseudoescépticos Javier Armentia (ARP) y Jorge Alcalde (autor de “Las mentiras de lo paranormal”, editado por la ultra-coservadora editorial católica Libros Libres) durante años en la cadena católica COPE, de la que Armentia sería despedido en septiembre de 2009 por su defensa de la blasfemia como “forma lícita de expresión”.
Cesar Vidal fue el conferenciante escogido por ARP para la conferencia inaugural de su primer Con-greso sobre Pseudociencia, en base a su afinidad ideológica… Tras el ascenso de Alcalde, a la dirección de la revista Quo, sus páginas reciben impunemente la colaboración regular de conocidos pseudoescépticos…
4: Citas memorables del MEO
El 1 de octubre de 1992, en un fax enviado por Javier Armentia al Rosa María Otero, directora del programa “La Hora Bruja”, de Radio Nacional de España, el presidente de ARP escribía: "Como viene siendo habitual, Benítez insulta a quienes le critican". Para Armentia el insulto no es un argumento científico. Sin embargo…
-"Carballal y Sierra, infames contrincantes" (La Alternativa Racional (LAR), nº 34/35, pag.62).
-"Sánchez Dragó, filofascista y antisemita al sol que más calienta con el fin de aborregar mentes”. (LAR) nº 34/35, pag. 52).
-"Jiménez del Oso, visionario psiquiatra" (LAR, nº36, pag. 6).
-"Carballal y Sierra, profesionales del engaño" (LAR nº 37, pag. 41).
-"Cardeñosa, plusmarquista mundial del disparate " (LAR nº 37, pag. 41). -"Pedro Cantó, típico exponente de la cuarta degeneración ufológica" (LAR nº 37, pag. 43).
-"Cardeñosa, Carballal, Guijarro y Sierra, aprendices de engañabobos" (LAR nº26, pag. 41).
-"Faber Kaiser, divulgador pseudocientífico..., carente del mínimo espíritu crítico..., que muere de SIDA..." (LAR nº 32 pag 39, a los pocos días del fallecimiento de Faber Kaiser).
-“A muchos negacionistas del SIDA la muerte les ha puesto en su sitio”. (Lucas Sánchez, en Blog de Escepticismo y Ciencia ¡Magufos!, y otras webs pseudoescépticas)
-"Jiménez del Oso y Benítez, auténticos sinvergüenzas" (Luís A. Gámez, líder del Círculo Escéptico, en el II Congreso de ARP).
-"Veremos que escriben estos hijos de puta en Espacio y Tiempo y Más Allá" (Felix Ares de Blas a Mercedes Quintana en el bar de Euroforum refiriéndose a algunos participantes en el curso sobre OVNIs de la Universidad Complutense. 20 de agosto de 1992, 13:05)
-"Freixedo está en tratamiento psiquiátrico" (II Congreso ARP).
-"El "invitado" de hoy es un chupapitos verdaderamente destacado” Refiriéndose a la opción sexual de Juan Miguel Martínez (ex de Karina). Mauricio-José Schwarz en ERDLC, 16 de abril de 2004
- La honradez es a los ufólogos lo que la inteligencia a los chimpancés" (LAR nº 33, pag.42).
-"Más Allá", la revista con mayor densidad de tonterías, incongruencias y patochadas por cm.2" (LAR nº12, pag 30).
-"Me atrevo a comparar a J.J. Benítez con el caballo de Atila". (Carta de Pedro Redón, Presidente del C.E.I. (Centro de Estudios Interplanetarios), a H. Franch. 22-4-1980) -"La ufología es la historia del mundo contada por un idiota, lleno de ruido y furia". (Javier Armentia, Director de ARP,1992)
-“Carballal es un hijo de puta”. Jose Mª Bello Diéguez, Sub Director de El Escèptico, canal #escépticos, noviembre de 1997.
-"El testimonio de los pilotos (refiriéndose al fenómeno ovni) es equiparable al de una portera". (Félix Ares de Blas, Fundador de ARP.1992))
-"El conocido cuentista J.J. Benítez y otros investigadores ovni, corre-caminos irracionalistas, son sólo un puñado de falsarios, perseguidores de hombrecitos verdes, engañabobos y bazofia ufológica que desean lucrarse a costa de los "objetos volantes neciamente imaginados". (Luis Alfonso Gámez, líder del Círculo Escéptico 1985)
-"Aquellos que se consideran "profesionales" de la investigación Ovni no son otra cosa que autores sensacionalistas, cuyo único objetivo es obtener pingües beneficios mediante la explotación comercial del tema. Por el contrario, los investigadores serios permanecen en la sombra trabajando constantemente en la depuración de la casuística." (L.A. Gámez, en el boletín Nº 10 de ARIFO, 1985) -"Los que creen en los ovnis son una congregación de fieles religiosos que adoran a los extraterrestres". (Félix Ares de Blas, Fundador de ARP.1992)
-"Creer en ovnis es volver al irracionalismo." (Javier Armentia, Director de ARP. 1992.)
-"El seminario sobre ovnis de la Complutense fue aprobado administrativamente en un momento de caos mental" (Mercedes Quintana, directora ejecutiva de ARP, refiriéndose al Curso de Verano sobre Ovnis organizado en 1992 por la Universidad Complutense, Madrid. España) -“¿Cuál (nos preguntamos mientras pasa la primera, larguísima tanda de anuncios que se agradecen porque posponen el momento de ver y oir a los abanderados de la asnalidad) es la diferencia entre Paco Porras y J JB (Benítez) con hielo? ¿En qué se distinguen el "Divino" Otelma y Pedro Amorós? ¿Qué distancia separa a Santi Molezún de Javier Sierra? ¿Cómo sabe uno quién es la bruja Lola y quién Fernando Jiménez del Oso? (Mauricio-Jose Schwarz. ERDLC 28 de abril de 2004)
-“Entiendo que algunos quieran mantener a toda costa la pureza del movimiento escéptico en la creencia de que sólo así se alcanzará la victoria frente a las hordas de la irracionalidad. Otros, sin embargo, pensamos que merece la pena incluso predicar en tierras infieles, con la ingenua esperanza de poder redimir algunas de esas almas perdidas….” (Luis R. González, en respuesta a Luis Alfonso Gámez, LAR nº 32, pag.46)
-“Hay que bajar a la arena y entablar un combate cuerpo a cuerpo en el propio terreno del enemigo y con sus propias armas. Por mi parte, jamás rehuiré cualquier oportunidad de intercambiar material y puntos de vista con aquellos que no piensan como yo (y si me pagan por ello, mejor)” (Luis R. González en La Alternativa Racional)
-“Decir que se estudian los ovnis es una imbecilidad” (Félix Ares de Blas, Fundador de ARP. Agosto de 1992)
- "Los titulares llamativos y las frases impactantes son algo a lo que no solemos recurrir los escépticos". (Luis Alfonso Gámez, líder del Círculo Escéptico, en un artículo titulado "Los extraterrestres y las niñas de Alcásser.1997)
5: “ESCEPTICOS” CONDENADOS POR LOS TRIBUNALES
Por si a alguien pudiese quedar dudas, lo cierto es que los Tribunales de Justicia han condenado, en repetidas ocasiones, los autodenominados “escépticos”, por sus injurias, calumnias, insultos y reiterados abusos mediáticos. Probablemente el más mediático haya sido el caso de Luis Alfonso Gámez Domínguez. El “iker jiménez” del pseudoescepticismo, y con diferencia más mediático de los miembros del MEO, fue condenado en 2007 por el Juzgado de 1ª Instancia de Vizcaya a pagar la suma de 6.000 euros en calidad de indemnización, a Juan José Benítez.
A pesar de la solidaridad que recibió Gámez por parte de todos los miembros del MEO, que revolucionaron la red en apoyo a su máximo exponente, la jueza consideró que las informaciones vertidas por Gámez en su blog, no se correspondían con la verdad ni con el derecho, y lo condenó. Sentencia completa contra Luis Alfonso Gámez Domínguez en EOC nº 55.
No era la primera ni será la última vez que J. J. Benítez se querellaba contra los pseudoescépticos… ganando todos los juicios. Por ejemplo, en septiembre de 1983, y tras dos largos años de diatribas, la Audiencia Provincial de Bilbao, a través del Juez D. Fermín Fernández Gironella, se amparaba en el artículo 586 (párrafo 1º) del Código Penal, para condenar por injurias a Luis Hernández Franch, veterano pseudo-escéptico autor de textos como “Los OVNIs desmitificados” o “Los fraudes del esoterismo” .
A pesar de que Hernández Franch presentó en su defensa el testimonio de conocidos “científicos”, como Félix Ares de Blas (fundador del MEO en España) o Vicente Juan Ballester Olmos, fue condenado en primera instancia a una pena de 15.000 pesetas y a una reprensión privada, así como a pagar las costas del juicio. No contento con eso Benitez apeló la senencia, y finalmente, el 5 de julio de 1984, el Juzgado de Instrucción Nº 5 de Bilbao, estableció que la condena debía elevarse a 250.000 pesetas, de las de la época… Sentencia completa contra Luis Hernández Franch en EOC nº 55. (http://www.forosdelmisterio.net/files/pdf/elojocritico/EOC_55.pdf)
En 2010 Rafael Campillo demando a Fernando Cuartero, por acusar, desde el blog de Luis Alfonso Gámez, a la organización y participantes del II Congreso Benéfico “Vida después de la vida”, de ser unos “vulgares estafadores”.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvqBfAQVK238HPzdSFEyWdlSdaKozfwkuBJU557-MVru3PYntjmoY-0qmO53ZpUOsLTeHKDoil2KsEFSfe3vDyOkiiWrKOQNr8HNLud0gbq-uoXMvZ_ZdyxYAnhyphenhyphenfmt2dq9DOYeA/s280/Condena+cuartero.png)
A pesar de que todo el MEO, con Gámez y Fernando Frias (Yamato) a la cabeza, se solidarizó con el profesor de la UCLM y presidente de Ateos de Albacete, el Juzgado nº 1 de Albacete condenó al pseudo-escéptico por injurias. El interés mediático que despertó este caso nos lleva a dedicarle un artículo especial (Pag. 54)
6: FALSAS TITULACIONES ACADEMICAS Y COMPLEJOS
Curiosamente, la mayoría de los pseudoescépticos más activos carecen de titulación académica o, de poseerla, no han destacado en ninguna rama profesional, debiendo a su enérgica lucha contra lo paranormal, su popularidad, publicaciones, etc. Solo hay que examinar el currículum de los más conocidos. Pero, en algunos casos, las derrotas de afamados pseudoescépticos ante los tribunales, han traído sorpresas.
Aunque casos como el de Stephen Barrett, candidato a ser uno de los 10 los escépticos destacados del siglo 20 por la revista oficial del CSICOP: Skeptical Inquirer, ofrezcan una moraleja especialmente interesante. El 13 de octubre de 2005, el juez J. Brian Johnson, de la Corte del Condado de Lehigh, sentenció contra el ciberactivista del pseudoescepticismo Stephen Barrett, pero lo peor no fue perder el juicio, sino la información que trascendió a raíz de él. Barrett, una especie de Luis Alfonso Gámez norteamericano, famoso por su continuo activismo contra las “pseudociencias” y los productos milagro en internet, había falseado si titulación académica, y no poseía la graduación en psiquiatría con la que se presentaba en todos los medios, e incluso en pericias judiciales. Su desenmascaramiento, gracias al juicio, asestó un duro golpe al MEO norteamericano y a la credibilidad del pseudoescepticismo.
7: CHANTAJES, CENSURA Y EL DERECHO A CAGARSE EN DIOS
El MEO ha ideado muchas campañas destinadas a censurar y boicotear programas de radio y/o TV, o cualquier actividad universitaria, con contenidos paranormales, que no cuenten con su participación. Las más sonadas fueron las recogidas de firmas, y el bombardeo de cartas de protesta a RNE, TVE, Cuatro y la Cadena SER, exigiendo la desaparición de los programas “Planeta Encantado” (http://manifo.blogalia.com/historias/13813
), “Milenio 3” o Cuarto Milenio”(www.circuloesc eptico.org/cartas.php?ver=3),
TNT (http://www.circuloesceptico.org/Actividades/en-los-medios/ protestas/TNT-Belmez-manipulacion-20051128.php
), la homeopatía (www.circuloesceptico. org/Actividades/cartas-protesta/cursos-salud/carta-cursos-homeopatia-200510.php)
,etc. Inclu-so proponiendo falsear casos OVNI para boicotear las Alertas OVNI organizadas por los aficionados, demostrando así que cuando alguien ve un objeto volante que no identifica, cree estar viendo un OVNI (¿?) (http://gananzia.com/preparan-desde-internet-un-boycott-contra-el-avistamiento-de-ovnis-de-un-programa-de-radio). Su blog “La lista de la vergüenza” humillando a las universidades que aceptan tratar lo paranormal sin contar con el MEO, es solo la punta del iceberg.
El MEO en ocasiones llegó al chantaje a los decanos y rectores, que aceptasen que otros colegas organizasen cualquier actividad universitaria relacionada con las anomalías. Y de hecho han conseguido monopolizar la becas y subvenciones universitarias en este sentido, alejando a todos los científicos, que teman ver manchado su expediente académico, de cualquier investigación sobre los fenómenos anómalos. ![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOs7eZ7Z7WEshPDKROLAi_OeOVWLV02GqxDmDnTPX5U3c3a_wzoQWzDPjLpkH0s9agDqiUfyUlPcPXpY0Zs9TLZ8fQ9RVdGTxC1xMXr2syprbkqZQq7i7Fe5d08fEaTzbK4QU5sg/s280/1-PRO-Matthews-Altarboys.jpg)
Actualmente el MEO gestiona los fondos públicos de universidades como la de La Laguna, Bilbao, etc, que subvencionan sus ¿investigaciones?. Los documentos recientemente rescatados de los archivos históricos de la Universidad Complutense, son solo un ejemplo. El éxito en el monopolio universitario envalentonó a los líderes del MEO, que pronto abogaron por iniciativas más provocaras de atención mediática, como el Dia de la Blasfemia, en que exigen, según Armentia, su derecho a “Cagarse en Dios (…) en Allah o Marduk”, entre otras actividades de cuestionable buen gusto. Este radicalismo creciente, dirigido a acaparar mayor protagonismo mediático, terminó por exasperar incluso a algunos de los fundadores del CSICOP, como Paul Kurtz, que dimitió de su cargo directivo, el 19 de mayo 2010.
En España Luisma García (autor del radical www.losescepticosvayatimo.blogspot.com) o José Luis Calvo, historiador de cabecera de ARP y El Escéptico, siguieron los pasos de Kurtz, dimitiendo y criticando la ausencia de contenido, violencia del MEO
Video: Javier Armentia, Presidente de ARP, se disfraza de inquisidor católico para participar en el reality "El Castillo de las Mentes Prodigiosas", cobrando 1000 euros a la semana por ejercer de ¿escéptico?
8: EL MOVIL ECONÓMICO DEL “ESCEPTICO”
Para destacar en el pseudo-escépticismo, a diferencia de en la comunidad científica o profesional, no se exige ninguna titulación, ni tampoco curriculum. Ni siquiera es necesario invertir tiempo o esfuerzo en investigar ningún caso o fenómeno a rebatir. Solo se necesita un lenguaje fluido y agresivo, y la capacidad de atacar con vehemencia a todo conocimiento políticamente incorrecto. Luis Alfonso Gámez (a quien no se conoce ningún libro, premio o trabajo periodístico relevante fuera del pseudoescepticismo) acaba de firmar un lucrativo contrato como conductor del programa de TV “Escépticos” en ETB; Javier Armentia, presidente de ARP, firmó un jugoso contrato con Gestmusic para cobrar 1000€ semanales como “inquisidor” del programa, de dudosa calidad científica, “El Castillo de las Mentes Extraordinarias”; en 1992 Felix Ares de Blas, expresidente de ARP, pedía por escrito 250.000 pts (1.500€) por cada conferencia contra lo paranormal, “si es internacional algo más, porque me cuesta mucho más trabajo prepararla en inglés”…
Además de esos ingresos directos, los pseudoescépticos han comercializado todo tipo de merchandising, libros, DVDs, congresos, seminarios, etc, que arrojan sustanciosos ingresos, sin necesidad de invertir tiempo o esfuerzo en documentar sus afirmaciones. Basta colocar la carga de la prueba en el que denominan “enemigo” y cobrar por descalificarlo. Sin embargo el éxi-to económico, y también ideológico, más notable del MEO ha sido con-véncer a las universidades más crédulas, de que los planteamientos teóricos de sus manifiestos de fundación son reales. Desde 1992 diferentes universidades han caído en el engaño, subvencionando generosamente al autodenominado escepticismo organizado. Lo que no impide que algunos de ellos mantengan publicidad de videntes o astrólogos en sus blogs…
Video: Durante la grabación del programa "La Máquina de la Verdad", se produjo un fallo en la iluminación del plató que obligó a un alto en la grabación, pero las cámaras continuaron registrando el audio de los micrófonos de los invitados. En esta grabación Felix Ares de Blas, fundador del M.E.O. en España y primer presidente de ARP confiesa a Enrique de Vicente haber cobrado grandes sumas de dinero por sus conferencias contra lo paranormal...
9:PSEUDO-ESCEPTICOS EN ESPAÑA
“En España el movimiento autodenominado “escéptico” se configura en torno a dos organizaciones: la Alternativa Racional a las Pseudociencias-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC)que preside Félix Ares de Blas y el Círculo Escéptico cuya cabeza visible es Luis Alfonso Gámez. Ambas tienen un origen común y socios compartidos. Según cuenta uno de los protagonistas, el movimiento escéptico organizado en España data de febrero de 1985 cuando un grupo de amigos “vinculados al colectivo de Cuadernos de Ufología” elaboraron una nota de prensa para denunciar la comercialización del fenómeno OVNI y crearon poco después la Alternativa Racionala las Pseudociencias que posteriormente se denominaría Alternativa Racional a las Pseudociencias-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Y basta examinar los estatutos y manifiestos fundacionales de esas organizaciones para comprobar de inmediato cómo se prodigan en la utilización de ese vocabulario aparentemente crítico que responde a la etiqueta que usurpan: la de “escépticos”. En efecto, la presentación del Círculo Escéptico (http://www.circuloesceptico.org) dice: “Nuestro compromiso será investigar de modo objetivo, siguiendo la metodología científica y la de las disciplinas humanísticas (...) sin aceptar ni descartar a priori explicación u opción alguna (...) Deseamos fomentar la conciencia reflexiva e inquisitiva (...) y dar pie a una sana corriente de opinión informada, creativa y escéptica ante el engaño, la manipulación y la difusión de creencias falsas”. Estas mismas frases se repiten literalmente en sus estatutos.
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En cuanto a ARP en su manifiesto ¿Por qué somos escépticos? dicen: “La razón no ha de aceptar algo como cierto sólo porque lo diga mucha gente o porque lo diga gente muy importante (...) Siempre hay que detenerse ante una afirmación cualquiera y dudar sobre si es o no cierta (...) Lo mejor ante una afirmación extraordinaria es sopesarla con cuidado antes de darla por cierta”. Y en el Editorial del número 1 de la revista El Escéptico esta organización dice bajo el epígrafe Fomentar la reflexión y la duda lo siguiente:“El movimiento escéptico español reclamaba desde hace tiempo una mayor amplitud de miras”. Como se ve un discurso impecable que muchos nos sentiríamos tentados de firmar... si estuviera respaldado por una práctica real y efectiva. El problema es que esa fachada se viene abajo apenas profundizamos un poco más, leemos algunos textos publicados por esas organizaciones o escuchamos las declaraciones de sus portavoces y socios. 2007)
“Por momentos parecen incluso al borde del pánico victimista: “Más que la batalla estamos perdiendo la guerra contra la irracionalidad”. Pero, por encima de todo, a esa retórica de milenarismo cientificista añaden la más mundana y directa consistente en la difamación y el ataque personal (que en algún caso les ha llevado a los tribunales) o el recurso a lugares comunes y ripios de insultante vulgaridad. Y es que para ellos quienes proponen aproximaciones alternativas a sus creencias “promueven la credulidad ajena para obtener más dinero con sus libros, vender sus curas mágicas o cobrar por sus participaciones en radio, televisión y prensa”. De ahí que acusen por ejemplo a la Ligapara la Libertad de Vacunación de “indeseable”, a quienes critican las vacunas de decir “puras y simples estupideces” o a los críticos de la versión oficial del SIDA de “negacionistas estafadores”. Y así sucesivamente... Tenemos un reciente ejemplo en boca del ex Rector de la Universidad del País Vasco Juan Ignacio Pérez. Éste, con motivo de la creación de una “cátedra de cultura científica” dotada con 125.000 euros por la Diputación de Vizcaya -que según el blog de Luis Alfonso Gámez servirá “para luchar contra la irracionalidad”-, dijo: “A quienes creen que vale lo mismo el pensamiento científico que la magia les invitaría a que se tiraran de un décimo piso y, mediante un sortilegio, echaran a volar y vieran cuál es el resultado”. Y añadió: “Hay actitudes de rechazo a lo científico muy peligrosas porque pueden ser el caldo de cultivo de movimientos que pongan en riesgo la sociedad democrática”. Como se ve, las manifestaciones de autodescalificación son tan escandalosas que apenas es preciso añadir comentarios.
“Desde hace diez años, por ejemplo, el Círculo Escéptico viene impulsando un curso sobre Ciencia y Pseudociencias organizado e impartido en la Universidadde La Laguna (Tenerife) cuyo supuesto objetivo es “la superación del oscurantismo y la superstición” y con el que los organizadores dicen pretender aportar al alumnado “un mínimo blindaje intelectual, necesario ante la avalancha de pseudociencias y creencias irracionales que azota nuestra sociedad”… A pesar de lo cual los dogmáticos pseudoescépticos han montado también una página especialmente dedicada a denigrar a las universidades que se atreven a llevar a la práctica los auténticos principios del escepticismo y del pensamiento crítico y encima cumplen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, se dedican a vilipendiar a los responsables de las universidades que dan cabida a planteamientos y enfoques alternativos en diversos campos del conocimiento. La página en cuestión se titula La lista de la vergüenza y puede consultarse en http://listadelaverguenza.blogspot.com. Otra “entrañable” iniciativa de la ARP-SAPC se llama “escolARP”… y sí, es lo que parece. Se trata de la antigua asignatura franquista de Formación del Espíritu Nacional reciclada y puesta al día para adoctrinar a nuestros escolares inculcándoles las bondades pseudoescépticas.(…) En fin, desconocemos si van a pedir que vuelva a entrar en vigor la Leyde Prensa de 1938 pero todo parece indicar que hay cierta receptividad a sus propuestas; al menos por los responsables del anteproyecto de la Ley General de Salud en la que según denunciaron en diciembre pasado varios diarios españoles se quiere incluir –está previsto en su artículo 59.5- la posibilidad de que el Ministerio de Sanidad pueda “prohibir informaciones y anuncios sobre salud emitidos en cualquier medio de comunicación que no se ajusten a criterios de veracidad o que puedan suponer un prejuicio para la salud”, Es decir, en el ámbito de la salud se quiere establecer la censura pura y dura. Y para preparar el terreno han comenzado ya a atacar a los periodistas honestos e independientes que se atreven a conceder espacios a planteamientos e ideas alternativas.
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“A muchos el SIDA les ha puesto en su sitio…”
“Y así, descubrimientos que han salvado incontables vidas como el de René Quinton se despachan por ejemplo en Magonia con este comentario que deja bien a las claras el grado de inquietud intelectual de quien lo profiere: “La idea de Quinton de que nuestro supuesto océano interno ha de mantener las mismas condiciones que el mar del que salieron los primeros animales terrestres es una paparrucha”. (…)Y en otro blog del círculo pseudoescéptico -El retorno de los charlatanes, en cuyo encabezamiento se dice en letras grandes Cuestiónalo todo- se explica por ejemplo que la medicina oficial usa “medicamentos” y todos los demás “pócimas”. Los primeros son médicos y los demás “brujos, sanadores, chamanes, curanderos y otros arañaparedes”. Otro ejemplo lamentable de actitud temeraria lo constituye lo que se dice en el blog Apuntes transgénicos de la web de la ARP-SAPC sobre la manipulación genética y los transgénicos. Porque en ella se afirma literalmente: “No hay riesgos = NO HAY RIESGOS. Nada, cero, ni de coña, ni siquiera teóricos”. (…) El “negacionismo del SIDA” viene ocupando cierto espacio en las tareas de estos “cruzados de la ciencia” como puede comprobarse con una simple búsqueda en Google. Siendo quizás uno de los posts más llamativos -por su falta de escrúpulos- el que recoge una entrevista a Lucas Sánchez, colaborador del diario Públicoque no duda en regodearse en la desgracia ajena con unas declaraciones tan obviamente improcedentes que no merecen comentario aunque son elevadas a rango de titular por el blog La ciencia y sus demonios: “A muchos negacionistas del SIDA la muerte les ha puesto en su sitio”.
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El propio Carl Sagan –quizás la efigie más enarbolada por los pseudoescépticos hasta el punto de haber instituido el día del aniversario de su muerte como Día mundial del escepticismo- escribiría en 1987 un artículo que tituló La carga del escepticismo (el lector puede consultarlo en la revista Espacial.org cuya web es http://www.espacial.org/miscelaneas/opinion/sagan1.htm) en el que decía lo siguiente: “Lo que se necesita es un equilibrio exquisito entre dos necesidades conflictivas: el mayor escrutinio escéptico de todas las hipótesis que se nos presentan y, al mismo tiempo, una actitud muy abierta ante las nuevas ideas (...) Si sólo puedes ejercitar una de ellas, sea cual sea, tienes un grave problema”. (…) “Si sólo eres escéptico entonces no te llegan nuevas ideas. Nunca aprendes nada nuevo”. De hecho el propio Sagan lo dejó claro: “Y es precisamente la mezcla de estas dos maneras de pensar el motivo central del éxito de la ciencia. Los científicos realmente buenos practican ambas”. En fin, es obvio que vamos a quedarnos sin saber cómo calificaría Carl Sagan a los que no practican ninguna…”
Video: En la película 99.9 de Agusti Villaronga (ganador de un Goya y candidato al Oscar por "Pan Negro") se incluía esta escena en la que un miembro de ARP, calificado de "colgado" por el personaje de la Directora, llama a un programa de radio donde, María Barranco (protagonista de la cinta), saca a colación el polémico artículo "El Fraude de los Escépticos", publicado por EOC:
10: 7 CLAVES PARA RECONOCER A UN PSEUDOESCEPTICO
A diferencia del auténtico escéptico -que simple-mente lo es- el pseudo-escéptico proclama constantemente su su-puesto escepticismo mientras su actitud, comportamiento e ideas lo traicionan dejando al descubierto su auténtica naturaleza de cerrado dogmatismo con 7 claves
1-Es un “fundamentalista científico” que concede a la ciencia el mismo estatus que una religión poseedora de la verdad absoluta fuera de la cual no existe salvación. Para él la Ciencia es la única vara de medir, el único camino al conocimiento.
2-Se considera una especie de soldado inmerso en una guerra santa. Su vocabulario, discurso y concepto de la realidad es de corte religioso-paranoide. Por supuesto, él está en el bando correcto y en posesión de la verdad frente a un enemigo que es irracional y a quien hay que combatir o convertir al precio que sea.
3-Su discurso está impregnado de intolerancia, fanatismo, etnocentrismo científico y fascismo subyacente.
4-No busca la verdad sino defender lo establecido. No duda, niega.
5-Su estrategia básica es la descalificación, el ataque personal, la ridiculización y la difamación.
6-Su “argumentación” –cuando la hay- es una suma de falacias y prejuicios: apelación a la autoridad, a la mayoría, al consenso, al academicismo y hasta a la generalización más burda.
7-Carece de capacidad de autocrítica. Todas las cualidades que proclama como necesarias -dudar, analizar, examinar y racionalizar- jamás las utiliza con sus propias creencias que, curiosamente, coinciden siempre con lo establecido, con los intereses del Poder.
Jesús García Blanca
11: ¿Es CdU o CEI parte del MEO?
Con demasiada frecuencia los aficionados a los OVNIs, e incluso los autodenominados investigadores y/o divulgadores, más cercanos a la HET, tienden a identificar a la Fundación Anomalía, y a su revista CdU, con una de las organizaciones componentes del MEO. De hecho, algunos de los activistas más irracionales y violentos del MEO, como Ricardo Campo o Luis R. González son al mismo tiempo miembros de ARP o/y el Circulo Escéptico, y miembros del Patronato de la Fundación Anomalía. Pero, ¿puede considerarse a los componentes de CdU como pseudo-escépticos?
En LAR, la revista oficial de ARP, número 36, Félix Ares de Blas, primer presidente de la organización del MEO más antigua de España, publicaba el artículo “El millón de abismos que nos separa. LAR versus CDU” en el que el primer líder del MEO intentaba distanciarse de lo que consideraba despectivamente “ufólogos” exponiendo de forma inequívoca sus diferencias irreconciliables: “Alejandro César Agostinelli en su artículo El Incomprensible objetivo del escepticismo español (Agostinelli-89), en su último párrafo decía: “Es de confiar que, poco a poco, las diferencias [entre CdU y LAR] se irán achicando. ¿A favor de quién? El tiempo dirá...” Le contesto: el tiempo ha hablado: las diferencias son más grandes que nunca. LAR y CdU pueden compartir artículos y pueden coincidir en muchas opiniones. Pero siempre serán conceptualmente diferentes”… “El abismo entre CdU y LAR no radica en los temas qué trata o en que los artículos sean o no favorables a una cierta hipótesis. La diferencia abismal radica en el MÉTODO de abordar el problema”. A pesar de que Ares, obviamente, basa en el grado de radicalidad en los ataques a lo paranormal la diferencia entre el MEO y CdU, nosotros opina-mos que el tratamiento, la filosofía y, sobretodo, el tiempo y esfuerzo dedi-cado a la investigación, diferencian ambos colectivos. No obstante Campo o González, miembros de CdU, usan en sus escritos de la misma violencia, preprejuicios y desprecio hacia quienes no piensan como ellos, que caracteriza al MEO. Ardanuy (CEI), además, ha publicado en la colección Vaya Timo, dirigida por Javier Armentia (ARP)
12:
Las cartas de Félix Ares de Blas
Félix Ares, fundador del MEO español y primer presidente de ARP, tenía la feliz costumbre de mantener un fluido intercambio epistolar con varios investigadores, utilizando papel timbrado. Gracias a ello hoy tenemos docenas de cartas, algunas de las cuales reflejan un pensamiento delirante, que muestran las motivaciones y filosofía del primer líder del MEO español. Podríamos llenar cientos de páginas con ejemplos elocuentes, esto es solo una muestra:
-Carta del 20 de junio de 1992 (Reproducida en este dossier): “Habitualmente mis honorarios por conferencia son 250.000 pts (si es internacional algo más…).
-Carta del 24 de agosto de 1992: “Si alguna vez te piden alguien que dé una conferencia sobre ovnis desde el punto de vista crítico te ruego que te acuerdes de mi. Mi tarifa actual es la misma que Antonio Gala:600.000 pts más gastos”.
-Carta del 12 de mayo de 1989: “Me preguntas porqué empecé a ir a la Ballena Alegre... Buscar amigos, charlar un rato, intentar ligar, satisfacer una curiosidad… perder el tiempo… He estado hace poco –en 1986-… me echaron… Me fui al Café Gijón… Una echadora de cartas me leyó el Tarot, por supuesto gratis….Nunca antes había visto el ligue tan fácil… Todavía cazaba. Cazaba. Lo importante es alcanzar la presa… Antes –en 1969- no había echadoras de cartas en las calles de Madrid. Para mi ligar era más difícil. En 1969 Enrique y yo dimos una conferencia en un colegio femenino. Maribel quiso reírse de mí y de Enrique. Me la llevé a la cama… Paloma está para echarle un par de polvos…”.
OPINION ¿Qué es un pseudo-escéptico?
Esta reflexión que hago a continuación en ningún modo debe interpretarse como una defensa de lo paranormal, sino como un análisis crítico de los argumentos y actitudes de algunas personas con una especie de “prurito irracional” hacia todo lo que huela a paranormal. Quiero hablarles del pseudo escepticismo, o falso escepticismo. Por definición, el escepticismo es una actitud de duda ante todo tipo de afirmaciones que no estén debidamente probadas. Es parte tanto del pensamiento crítico en general, como del pensamiento científico en particular. Precisamente, el pseudoescepticismo consiste en una perversión del verdadero escepticismo, razón por la cual es una amenaza para el verdadero pensamiento crítico, el verdadero escepticismo científico (que no tiene que ver exclusivamente con lo paranormal, sino con cualquier afirmación, paranormal o no, no sustentada por evidencias) y para la Ciencia en general, ya que incapacita a quienes padecen de esta “patología intelectual” para pensar correctamente, en forma objetiva, equilibrada y libre de prejuicios (lo cual es perfectamente compatible con el rigor intelectual y el método científico). Sin embargo, lo positivo de todo esto es que a los pseudoescépticos podemos detectarlos con precisión mediante una serie de rasgos o caracteres muy típicos, a saber:
1)Obsesión por lo paranormal: en efecto, los pseudoescépticos gastan muchas horas de su tiempo leyendo, escribiendo y criticando lo paranormal, lo parapsicológico, lo psíquico, lo poco ortodoxo, y en general, todo lo que esté fuera de la ciencia ortodoxa.
Esta fijación la llevan hasta el punto de crear blogs, revistas, asociaciones “escépticas” (léase pseudoescépticas), entre otras cosas. Algunos de los líderes del pseudoescépticismo internacional ganan dinero con esa actividad (un dinero que no ganarían si se dedicaran a otra cosa), pero, en general, la mayoría de pseudoescépticos son personas comunes que, bajo el influjo de los “escépticos profesionales” y su literatura, se convencen de buena fe en que todo lo paranormal es una idiotez, un síntoma de irracionalidad, una estafa intelectual. Ellos dedican su crítica, casi exclusivamente, a temas paranormales. Lo curioso es que, en general, ellos consideran estos temas como una “memez”, una “bobada”, una “ridiculez”, una “babosada”, una forma de “charlatanería”, una “chorrada”, una “magufada”, etc., lo cual hace preguntarnos ¿por qué mal gastan su tiempo en algo que, según ellos, es tan absurdo y delirante? ¿No es esta actitud, en sí misma, absurda? Esto es como si yo pensara que la serie de TV Batman es una payasada, una tontería sin sentido, a la misma vez que creo blogs sobre el tema, compro libros, veo todos los capítulos de la serie, participo en foros de internet donde mencionen a Batman, etc…. ¿Cuál es la fijación con el tema? ¿Por qué pierdo mi valioso tiempo y mi energía intelectual en un asunto, que según mi opinión, es una tontería sin sentido?
Ellos podrían argüir que su interés es debido al daño que estas creencias producen en la sociedad, pero de ser así ¿Por qué no usan ese humanitarismo y buena voluntad hacia sus semejantes examinando temas complejos y de importancia social como la forma de combatir la pobreza, la injusticia social, la corrupción, el analfabetismo, la exclusión social, la discriminación, el maltrato a la mujer, etc. que hacen más daño a la sociedad que las creencias paranormales? Lo lógico es que si mi noble motivación es ayudar al prójimo para evitar que sufra injustamente, yo denuncie todo tema (paranormal o no) que dañe a mis conciudadanos. Pero ¿por qué solo critico lo paranormal, cuando su influencia en la población es relativamente insignificante en relación con los grandes problemas políticos, sociales, económicos y ambientales que amenazan al mundo, en especial a los más pobres e indefensos? Por otro lado, ¿por qué calificar de “crédulo”, “ignorante”, “magufo”, “infantil”, “charlatán” o “pseudocientífico” y otros calificativos ofensivos y peyorativos a todo el que crea en estos asuntos, si precisamente son a ellos a quienes quiero ayudar a salir de la oscuridad de la ignorancia? Es como si quisiera ayudar a mi hijo a estudiar llamándole estúpido, imbécil, retradado mental, etc…
2)Usurpación de términos como “escéptico”, “pensamiento crítico”, “racionalidad”, y “ciencia”: Difícilmente encontrarán algún documento escéptico que no haga referencia directa o indirecta a algunos de estos términos. En efecto, ellos se autocalifican de escépticos, pensadores críticos, defensores de la ciencia, la lógica y la racionalidad. Pero en realidad no son escépticos, ni si quiera de lo paranormal, ya que no dudan sino que afirman que lo paranormal no existe, o es simplemente que es una babosada. Tampoco son escépticos de temas no paranormales.
No defienden la lógica ni la racionalidad (que supone el uso de la argumentación), ya que abandonan los argumentos arbitrariamente y lo sustituyen por burlas o “carcajadas” (ver más abajo); además la lógica exige evitar el uso de falacias y sofismas en los propios argumentos (y no simplemente criticarlos en los demás). Un ejemplo de ello lo encontramos en esta página escéptica, cuando señala: ““Suele atribuirse a Henry L. Mencken la regla de que “una carcajada vale por mil silogismos”. En principio la idea no está mal: muchas veces es más sencillo rebatir una idea o una creencia mostrando lo patentemente absurda que resulta que recurriendo a una argumentación larga, tediosa y en ocasiones totalmente inútil. Por ejemplo: ¿cómo demostraría usted que un supuesto adivino es en realidad un charlatán? ¿Cómo conseguiría que los creyentes en los poderes místicos de un sanador comprendieran que se trata de un farsante? Difícil, ¿verdad? Salvo que se recurra a poner de manifiesto lo ridículo de estas afirmaciones” (http://yamato.arp-sapc.org/circo02.htm)
En realidad, es a Martin Gardner a quien se le atribuye esta “máxima escéptica” de “una carcajada vale más que mil silogismos”. ¿Cómo puede valer más una carcajada que un silogismo? ¿Es esto pensamiento crítico y racional? En lógica, los argumentos y creencias se refutan con otros argumentos, nunca con burlas. El autor pregunta ¿cómo se demostraría que el supuesto adivino es un charlatán? La respuesta es: investigándolo (si hay interés en saber si es o no es). Si el sujeto en cuestión no acierta en sus predicciones, hay razones para pensar en que no es un adivino (ya que no adivina nada), y por tanto, es un farsante al venderse como tal. ¿Cómo se conseguiría que los creyentes en los poderes de un sanador comprendieran que es un farsante? Respuesta: primero, demostrando que lo es. Pero la pregunta es retórica, ya que asume a priori (y sin dudar) que el sanador es un farsante. ¿Cómo sabemos si sana o no sana si no lo hemos investigado? Adviértase que el autor del artículo no DUDA si el sanador es o no un farsante, sino que AFIRMA que lo es (hasta el punto de preguntarse cómo demostrárselo a los “creyentes”)
Pero, ¿las personas que creen en el sanador tienen esas creencias porque son estúpidas e ignorantes, o porque se curaron de su enfermedad? En caso de haberse curado (lo que habría que documentar y probar), ¿puede la medicina explicar esa curación? ¿Actuó el placebo? ¿Puede ser una remisión espontánea? Este es el camino del pensador crítico y verdadero escéptico: DUDAR de las afirmaciones que no estén probadas, y si le interesa el tema, indagar y hacerse preguntas, y tratar de contestarlas con evidencia empírica o con elementos de juicio razonables.
El poner en ridículo una creencia no es una refutación racional ni lógica, ya que el ridículo es individual y socialmente relativo y determinado (lo que una persona considera ridículo, otra lo considera sagrado). Por tanto, ¿ante qué personas tal idea es ridícula? ¿Ante los propios creyentes de ellas? Evidentemente no. Sería ridícula solamente ante quienes no tienen tales creencias, o las consideran absurdas desde el comienzo. Siendo así entonces, ¿qué sentido tiene “rebatir” esta creencia ante un auditorio que ya la considera absurda? Y el que una argumentación sea larga y tediosa no es razón para no usarla. Si fuese así, los científicos no argumentaran (en forma tediosa, en muchos casos) en las publicaciones sus puntos de vista.
¿Se puede ser pensador crítico, escéptico, defensor de la lógica y la racionalidad, a la misma vez que se abandona la argumentación “por ser larga, tediosa y a veces inútil”? ¿Se puede ser defensor de la racionalidad y la lógica a la misma vez que afirmo que “una carcajada vale más que mil silogismos”? La contradicción es evidente (aunque el pseudoescéptico no la quiera ver). Es como si me autocalificara de defensor de los derechos humanos, la no discriminación y la igualdad entre los hombres y a la misma vez defendiera y justificara la tesis de que “un hombre blanco vale más que mil negros” ¿Captan la contradicción y la hipocresía en el discurso? (Créanme que los pseudoescépticos no la captan…)
3)Uso de un lenguaje emotivo, cargado y claramente prejuiciado: ellos usan un tipo de retórica característica, lleno de términos como “pseudocientífico”, “magufo”, “charlatán”, “fenómenos para anormales” etc. con la expresa finalidad de ridiculizar todo lo paranormal, y sus seguidores, para predisponer al lector negativamente hacia el tema. Esto los descalifica como fuente objetiva e imparcial para tratar el asunto. A diferencia de la literatura científica, que usa un lenguaje neutral, el pseudoescépticismo usa un lenguaje que esconde un juicio de valor negativo y apriorístico sobre lo paranormal.
4)Uso del pensamiento crítico en forma selectiva: el pensamiento crítico tiene por finalidad enseñar la forma correcta y lógica de pensar, en los asuntos cotidianos, y poder así formarse cirterios y opiniones más racionales y acordes con la realidad. Como consecuencia de lo anterior, capacita al experto en pensamiento crítico para identificar errores en el razonamiento de otras personas. Pero esto último es solo una consecuencia del dominio de las herramientas que ofrece el pensamiento crítico, no la finalidad primaria del pensador crítico.
Sin embargo, los pseudoescépticos solo usan algunas herramientas del pensamiento crítico para criticar lo paranormal, pero nunca para examinar su propio pensamiento, o para examinar los temas ajenos a lo paranormal. Como consecuencia de esto, se derivan los siguientes hechos:
a)Falta de autocrítica: practicamente nunca verán a un pseudoescéptico admitiendo un error (y rectificándolo) en un tema paranormal.
b)Falta de crítica a otros pseudescépticos: a diferencia de lo que ocurre en la comunidad científica, los pseudoescépticos no se critican entre ellos mismos. Nunca verán a Ray Hyman criticar los trabajos de Richard Wiseman; o a éste, criticar los trabajos (libros, etc.) de Susan Blackmore; o a James Randi criticar un libro o un argumento de Martin Gardner. Este hecho, por sí solo, demuestra que el interés del pseudoescéptico no está en la búsqueda de la verdad, sino en cierta agenda anti-paranormal. En efecto, el no criticar lo ortodoxo (algo que sí hacen los científicos constantemente, al menos parcialmente) y no autocriticarse ellos mismos, es consistente con la idea de una agenda no científica en relación con lo paranormal, tal como “defender la causa escéptica a toda costa” y “no ceder terreno al enemigo”
c)No critican la ciencia ortodoxa; en particular, no escriben artículos analizando y sometiendo a escrutinio crítico estudios científicos sobre temas no paranormales, con lo cual los pseudoescépticos no aportan nada relevante al debate científico sobre temas ortodoxos.
5)Uso de trucos retóricos para “ganar el debate”: los pseudoescépticos son expertos en el uso del lenguaje para manipular dialécticamente a sus “adversarios”, y para ello recurren a las siguientes tretas:
a)Calificar de falaz el razonamiento de la persona, citando todo tipo de falacias en latín, pero evitando ir al fondo del asunto. En efecto, se puede decir una verdad usando un razonamiento falaz. Un crítica objetiva debería ser capaz de señalar y probar la falacia (si la hay), pero percatarse también de laverdad de la afirmación (en caso de ser cierta) aun cuando esté mal defendida, ya que el objetivo es la verdad (la diga quien la diga), y no la manera de presentarla (que siempre es secundaria). Pero como al pseu-doescéptico no le interesa la verdad, se conforma y contenta con “refutar” la afirmación del adversario.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimfR9zuZmJYEiMJjFJPcI_F4B7M5YybK_tkpdy73g8J9VkLuFsB8Lg2e9MZifQ7PYp_hpJanas3C9MAw56EJyeyh4sNBHcqQsV8Ri_LJ7NucvqlC0djlazIL9FH1g9jYz7bsfR5Q/s280/ce2.jpg)
b)Usar falacias ellos mismos: este punto demuestra que los pseudoescépticos no son verda-deros pensadores críticos, ya que, como dije, el pensamiento crítico busca perfeccionar el propio pensa-miento, liberarlo de prejuicios, falsos conceptos, irracionalidades, faltas de lógica, etc. Por tanto, el uso de falacias por los pseudoescépticos los descalifica, de entrada, como pensadores críticos. Un ejemplo de ello lo encontramos cuando los pseudoescépticos afirman, por ejemplo, que los estudios homeopáticos son pagados por laboratorios homeopáticos (ej: Boiron) con la finalidad de “envenenar el pozo” y descalificar a priori cualquier artículo positivo en favor de la homeopatía. En este sentido, cito al Escéptico Digital: “Gran parte de los artículos que se presentan lo son de revistas pagadas por Boiron y demás laboratorios homeopá-ticos”(http://digital.el-esceptico.org/leer. php?id= 1804&autor=3&tema=9) Se omite decir que, respecto de los medicamentos convéncio-nales, gran parte de los estudios científicos están pagados por las empresas farmacéuticas, lo que se puede leer a continuación: “Farmacéuticas financian el 45% de las investigaciones clínicas del mundo. Intereses en conflicto” (http://www.boletinfarmacos.org/062006/etica_y_medicamentos.htm). Y también: “En ese país, la mayoría de los fondos con que se financian los estudios académicos procede del sector farmacéutico. Se calcula que ‘ponen’ hasta el 70% del presupuesto”(http://www.elmundo.es/elmundosalud/2005/05/26/industria/1117107934.html)
¿Veremos en el Escéptico Digital una crítica en profundidad a esta situación, en la misma medida, con el mismo número de líneas dedicadas a la crítica de los estudios homeopáticos financiados por empresas homeopáticas? No lo creo. Razón: desacreditar a la homeopatía (así sea usando los mismos argumentos que serían válidos también contra la medicina convencional). Y aclaro que no estoy en defensa de la homeopatía (la cual considero, salvo evidencia en contrario, un ejemplo típico de “terapia” basada en el placebo). Mi crítica tiene por finalidad demostrar la falta de ecuanimidad y el uso selectivo y sesgado de los argumentos que usan los pseudoescépticos.
c)Doble estándar a la hora de criticar y valorar la evidencia: por ejemplo, los pseudoescépticos afirman que los testimonios no prueban nada, pero los usan ellos mismos para probar sus afirmaciones anti-paranormales.
Ejemplos:
En el Escéptico Digital (si ¡otra vez! ), se dice: “En el capítulo 5, “La guerra de las mentes”, donde avanza en su intento por demostrar la utilización de los espías psíquicos por las agencias de inteligencia, empieza citando elogiosamente a Uri Geller (pp.113-122), a quien investigadores como James Randi, Richard Feynman, Martin Gardner y Ramos Perera descubrieron más de una vez con las manos en la masa y acabaron ofreciendo evidencias más que convincentes para retratarlo como un embaucador profesional”(http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=1683& autor=110&tema=20). Pero cuando se examina el asunto en profundida, nos encontramos que la “evidencia convincente” que Richard Feynman aportó fue una evidencia anecdótica, basada en su sola observación y testimonio. En efecto, esa experiencia personal la cuenta el propio Feynman de la siguiente forma: “Eché también un vistazo a la percepción extrasensorial y a los fenómenos Psi. El último grito sobre el asunto era Uri Geller, un hombre a quien se supone capaz de doblar llaves frotándolas con el dedo. Así que a invitación suya fui a visitarle a la habitación de su hotel, para presenciar una exhibición de lectura del pensamiento y ver cómo doblaba las llaves. Geller no consiguió leerme el pensamiento; me imagino que nadie es capaz de leerme el pensamiento. Y mi chico sostuvo una llave mientras Geller la frotaba, sin que ocurriera nada. Entonces nos dijo que las cosas salían mejor debajo del agua; así que imaginaos a nuestro pequeño grupo en el cuarto de baño, con el agua manando del grifo sobre la llave mientras él la frotaba. Tampoco ocurrió nada. No pude pues investigar ese fenómeno”.
Como se puede ver, Feynman no solo reconoce que “no investigó ese fenómeno” (lo cual refuta la afirmación del Escéptico Digital sobre Feynman como uno de los investigadores que ofreció evidencias de que Geller era un embaucador ), sino que además su experiencia no fue de laboratorio, bajo una observación científica controlada, sino que fue algo anecdótico, una experiencia personal e informal en un hotel, pero que los escritores del Escéptico Digital dan como una de las “evidencias más que convincentes”. ¿Por qué no fueron escépticos del testimonio de Feynman? ¿Dirían lo mismo estos escritores si Feynman hubiese dicho que efectivamente Geller le dobló la llave en su presencia, sin detectar el truco, como han afirmado otros científicos, e incluso magos? ¿Es eso pensamiento crítico? No lo creo…
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Quiero recalcar que nada de lo anterior pretende probar lo paranormal, ni hacer apología de Uri Geller (a quien, personalmente, considero un extraordinario ilusionista). Yo soy muy escéptico ( en el sentido real del término) de lo paranormal y de otros temas no paranormales también (ej: algunas teorías físicas, económicas, políticas, etc.); pero creo que algunos aspectos de lo paranormal constituyen un área legítima de investigación científica. Lo que sí pretendo demostrar es que los pseudoescépticos no está calificados, por su evidente prejuicio e irracionalidad, para decirnos e informarnos verazmente sobre lo paranormal. Por tanto, es necesario que busquemos otras fuentes objetivas de información y divulgación (que no contaminen la información con sus prejuicios personales y obsesiones pro o anti paranormalistas).
N.M.G.
Lo que el escepticismo debería ser…
A lo largo de varios años, he condenado el mal uso del término "escéptico" para referirse a quienes cuestionan las afirmaciones sobre anomalías. Lamentablemente, el término ha sido abusivamente utilizado de esta forma tanto por partidarios como por críticos de lo paranormal. A veces, quienes lo emplean diferencian entre los llamados escépticos "blandos" [soft] y los escépticos "duros" [hard], y este mal uso fue uno de los motivos que me llevaron a revitalizar el término "zetétic".
Pero ahora pienso que los problemas creados van más allá de la mera terminología ha llegado la hora de corregir la situación. Dado que -en términos correctos- "escepticismo" se refiere más a la duda que a la negación -incredulidad en lugar de creencia-, los críticos que adoptan la posición negativa en vez de la agnóstica, pero siguen autodenominándose "escépticos", son de hecho pseudoescépticos y, según creo, han ganado una falsa ventaja usurpando ese título.
En ciencia, la carga de la prueba recae en quien hace la afirmación, y cuanto más extraordinaria es ésta, más pesada es la carga de prueba que se le debe exigir. El verdadero escéptico toma una posición agnóstica, según la cual no se rechaza una afirmación sino que considera que ésta no está probada. Se afirma que el defensor de aquella afirmación no sustentó la carga de la prueba y que la ciencia debe continuar construyendo su mapa cognitivo de la realidad sin incorporar la afirmación extraordinaria como un "hecho" nuevo.
ANTES DE AFIRMAR O NEGAR, PROBAR
Considerando que el verdadero escéptico no hace ninguna afirmación, tampoco tiene la obligación de demostrar nada. Se limita a seguir utilizando las teorías establecidas por la "ciencia convencional", como siempre. Pero si un crítico afirma que tiene evidencias para una refutación, es decir, que tiene una hipótesis negativa -asegurando, por ejemplo, que un aparente resultado psi era en realidad un resultado espurio derivado de los procesos de control o de análisis- entonces está haciendo una afirmación y por lo tanto también debe lidiar con el peso de la prueba. A veces, los críticos hacen afirmaciones negativas bastante extraordinarias -por ejemplo, que un OVNI era un plasma gigantesco, o que alguien en un experimento psi obtiene pistas mediante una capacidad anormal para captar sonidos que pasan desapercibidos a los oídos normales-. En tales casos, el crítico que afirma también debe lidiar con una carga de prueba más pesada que la que se espera normalmente.
Los críticos que hacen afirmaciones negativas, pero que erróneamente se llaman "escépticos", frecuentemente actúan como si no tuviesen absolutamente ninguna carga de prueba sobre ellos, aunque tal posición sólo sería apropiada para el escéptico agnóstico o verdadero. Una de las consecuencias de esta situación es que muchos críticos parecen creer que basta con presentar una argumentación fundada en la plausibilidad de su contra-afirmación, sin necesidad de presentar evidencias empíricas. Así, si en un experimento psi un individuo tuvo una oportunidad para cometer fraude, muchos críticos parecen asumir no sólo que probablemente lo hizo sino que debió hacerlo, sin importar la completa ausencia de evidencias de que él realmente lo hiciese y, en ocasiones, llegando incluso a ignorar la honesta reputación del individuo en cuestión. Del mismo modo, a veces se considera que unos procedimientos impropios de generación de números aleatorios bastan para explicar las elevadas puntuaciones psi de un sujeto, aunque, en realidad, todo lo que ha podido demostrarse es que tal posibilidad es real. Por supuesto, el peso probatorio del experimento se reduce mucho cuando descubrimos un fallo en su diseño que permitiría que un efecto espurio confundiese los resultados. Descubrir una oportunidad de error debería convertir tales experimentos en menos probatorios, e incluso en poco convincentes. Pero generalmente tal hallazgo refuta sólo aquellas afirmaciones según las cuales el experimento fue "a prueba de errores", pero no a la anomalía en sí.
LA PRESUNCIÓN NO ALCANZA
Mostrar que una evidencia no es convincente no ofrece base suficiente como para descartarla por completo. Si un crítico afirma que el resultado era debido a un fallo X, ese crítico tiene entonces la carga de la prueba de demostrar que el fallo X pudo producir, y probablemente lo hizo, tal resultado bajo tales circunstancias. Es verdad que, en algunos casos, la apelación a la simple plausibilidad de que un fallo produjo el resultado obtenido puede ser tan grande que casi todos aceptarían el argumento; por ejemplo, cuando descubrimos que alguien que ya había engañado en el pasado tuvo oportunidad para volver a hacerlo en esta ocasión, podríamos concluir razonablemente que este sujeto volvió a engañarnos en esta ocasión. Pero, en muchos casos, el crítico que se conforma con argumentar la plausibilidad de un posible fallo, cierra la puerta de investigaciones futuras cuando el correcto método científico exige que la hipótesis de que pudo haber fallas también debería ser probada. Por desgracia, la mayoría de los críticos parecen felices quedándose sentados en sus escritorios y elaborando explicaciones post hoc. Cualquiera que sea el final de la verdadera historia, la mejor manera de que la ciencia progrese es a través de las investigaciones de laboratorio.
Por otro lado, los partidarios de una afirmación anómala que reconozcan esta falacia pueden ir demasiado lejos en dirección contraria. Algunos argumentarán, como Cesar Lombroso, cuando defendió los poderes de la médium Eusapia Palladino, que la presencia de peluca no niega la existencia de cabello verdadero. Todos debemos recordar que la ciencia nos puede contar lo que es empíricamente improbable, pero no lo que es empíricamente imposible. En ciencia, la evidencia siempre es una cuestión de grado y raramente es, si es que lo es alguna vez, absolutamente concluyente. Algunos defensores de anomalías, al igual que algunos críticos, parecen poco dispuestos a considerar las evidencias en términos probabilísticos, aferrándose a cualquier cabo suelto como si el crítico tuviera que refutar toda las evidencias presentadas en cada afirmación particular. Tanto críticos como partidarios necesitan aprender a pensar que en la ciencia, como en los tribunales, la adjudicación de causalidad es imperfecta y con grados variados de prueba y evidencia. La verdad absoluta, como la justicia absoluta, raramente es alcanzable. Nosotros sólo podemos hacer todo lo posible para aproximarnos a ella.
Marcelo Truzzi*
*Co-Fundador del CSICOP, dimitió poco después de la creación de la mayor organización pseudoescéptica del Movimiento Escéptico Organizado (MEO) debido al carácter irracional, violento e intolerante que estaba tomando su organización. (Primera Publicación: Truzzi, Marcello; "On Pseudo-Skepticism" en The Zetetic Scholar, N° 12-13, 1987)
Para saber mas sobre psudoescepticos ,
arpios y pseudocientificos:
http://ojo-critico.blogspot.com/2006/06/luis-alfonso-gamez-arp-y-el-fraude-de.html
http://tocando-el-arpa.blogspot.com/
http://zeteticismo.blogspot.com/
http://losescepticosvayatimo.blogspot.com/
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=1576
http://cazadebunkers.wordpress.com/
http://www.planetabenitez.com/sentencia.htm
http://cienciabierta.mforos.com/1160044/6039022-pseudoescepticismo-patologia-pseudocientifica/